ROMA/LISBOA, 2 Ago. (Reuters/EP) -
Los países del sur de Europa se encuentran en alerta por la ola de calor que ha comenzado esta semana y que amenaza con elevar las temperaturas por encima de los 40º, lo que ha disparado también el riesgo de incendios.
Italia ha emitido una alerta roja --el máximo nivel en una escala de tres-- para el centro y el norte del país, advirtiendo sobre los riesgos para la salud que el calor podría provocar en Roma, Venecia y Florencia, destinos turísticos habituales.
Las olas de calor son cada vez más frecuentes en la nación transalpina. Entre 2005 y 2016, unas 23.880 personas murieron en 23 ciudades italianas por problemas vinculados a las altas temperaturas, según un informe elaborado por la región del Lacio.
Portugal, por su parte, teme que la ola de calor se traduzca en incendios forestales como los del año pasado, que dejaron cientos de hectáreas calcinadas y cerca de 120 muertos, un saldo que obligó a dimitir al ministro de Interior. Por ello, esta vez se ha declarado en máxima alerta.
El clima en Portugal ha sido relativamente fresco y húmedo en lo que va de 2018, en comparación con otras partes de Europa, pero esta semana se espera que el termómetro roce los 50º en la región sur de Alentejo y alcance los 43º en la capital lusa, Lisboa.
Este verano el fuego se ha cebado con Grecia. Los incendios forestales que se han declarado alrededor de Atenas se han cobrado la vida de más de 90 personas. El Gobierno del primer ministro, Alexis Tsipras, ha declarado tres días de luto oficial.
Mientras, Alemania se enfrenta a esta ola de calor con unos niveles de agua tan bajos que en las riberas del Elba han quedado al descubierto minas, granadas y otras armas de la Segunda Guerra Mundial. Las Policía ha encontrado 24 en estas semanas, frente a las doce de todo 2017.
