Tíbet.- Intervida empieza a trabajar con los niños nómadas y campesinos del Tíbet

Actualizado: martes, 5 septiembre 2006 0:09

MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

La ONG Intervida ha empezado a trabajar en el Tíbet en el proyecto "Escuela y salud para niños nómadas y campesinos" con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los niños tibetanos, sus familias y las comunidades locales a las que pertenecen mediante la construcción y la mejora de las infraestructuras escolares, así como con la puesta en marcha de medidas de salud preventiva y promoción de hábitos de higiene.

En el Tíbet, la educación y la salud están fuera del alcance de muchas personas, especialmente de los campesinos, que en ocasiones no disponen de acceso a infraestructuras ni de personal cualificado. La mayoría de la población vive de la agricultura y el pastoreo nómada, y su supervivencia está supeditada a las condiciones climatológicas y geográficas. La dieta, limitada por las escasas lluvias que dificultan la producción de alimentos, consiste en harina de cebada tostada, carne seca de yac --un tipo de búfalo--, y té salado de mantequilla, explicó la ONG en un comunicado.

El proyecto de Intervida se ubica en Damshun --un área montañosa habitada por pastores nómadas-- y las zonas rurales Namlin y Rinbuk, donde la población vive sobre todo de su trabajo en el campo. Las bajas temperaturas de estos lugares hacen que la vida en estas comunidades sea difícil para todos los habitantes pero los niños constituyen el sector más débil, sufriendo a menudo malnutrición y enfermedades, además de falta de ropa adecuada y acceso a la escolarización.

Por otro lado, los hábitos higiénicos no forman parte de la cultura del Tíbet, donde el agua es escasa y hace tanto frío que se hace muy difícil calentarla, por lo que la mayoría de los tibetanos que viven en el campo se bañan una vez al año, durante el Festival Religioso del Agua que celebran en agosto. Existe también la costumbre de bañar a los niños por primera vez cuando cumplen siete años. A causa de la falta de higiene, los pequeños contraen a menudo diarreas y tienen parásitos, caries, infecciones en la piel, los ojos y los oídos, entre otras enfermedades.

El objetivo principal del proyecto de la ONG es construir cuatro escuelas siguiendo la arquitectura tradicional tibetana en las cuales, además de recibir una educación básica, un total de 500 niños accederán a asistencia sanitaria, cursos sobre hábitos de higiene y materiales como jabón, pasta de dientes y papel higiénico, entre otros. Además, se beneficiarán de revisiones médicas cada seis meses, vacunas y tratamientos si enferman. Las escuelas dispondrán también de cocina, comedor y dormitorios.

La construcción de una escuela no sólo significa poder ofrecer a los niños la oportunidad de recibir una educación; también implica darles más seguridad, ya que en la escuela los pequeños están bajo el cuidado de personas adultas y a la vez se libran de trabajar en el campo. Además, estudiar en unas instalaciones en condiciones y con materiales adecuados mejora la capacidad de aprendizaje y la salud de los niños, disminuyendo el riesgo de epidemias.

El proyecto, que busca la implicación de las comunidades, anima a la participación activa de todos los beneficiarios. Los propios padres trabajan en la construcción de las escuelas y promueven los hábitos de higiene entre los más jóvenes, ya que el éxito de esta acción depende de las capacidades que adquieran los habitantes en el futuro para conservar las instalaciones y llevar adelante el proyecto por sí solos.