Timor.- Continúan los brotes de violencia aislada en la capital con saqueos y nuevos incendios provocados

Actualizado: martes, 6 junio 2006 7:01

DILI, 6 Jun. (EP/AP) -

Varias personas han robado bolsas de semilla y fertilizantes de un almacén en la capital de Timor Oriental, Dili, hoy martes mientras se producían incendios aislados en otros puntos de la zona en una nueva jornada de disturbios a pesar de la presencia de las fuerzas de pacificación.

Las fuerzas de paz australianas han bloqueado una de las principales carreteras de entrada a la capital ante los informes de que varios cientos de manifestantes preparaban una protesta en el centro de la capital.

El asalto al almacén tuvo lugar cerca del centro, mientras los incendios se han declarado en los barrios cercanos al aeropuerto.

Sin embargo, el primer cargamento aéreo enviado por la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para ayudar a unos 30.000 desplazados por la ola de violencia en Timor Oriental, llegó ayer a Dili.

ACNUR informó que este primer vuelo transportó unas 14 toneladas de provisiones, fundamentalmente tiendas de campaña, mantas y material para cocinar.

El ministro de Trabajo timorense, Arsenio Bano, informó a Radio Naciones Unidas que también han recibido la colaboración del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y que han comenzado a distribuir víveres y agua potable.

"Continuamos coordinando con las agencias de la ONU, a fin de poder cubrir las necesidades mínimas de los casi 100.000 desplazados internos, e incluso para aquellos que no abandonaron sus aldeas", expresó el ministro.

Indicó que las condiciones de seguridad muestran cierta mejoría, con la presencia de más de 2.000 efectivos enviados por Australia, Nueva Zelanda, Portugal y Malasia, aunque consideró que serían necesarios más policías.

El pasado marzo, el Ejército de Timor expulsó a cerca de 600 militares que mantenían una huelga pidiendo mejoras laborales. El 28 de abril, los militares despedidos organizaron una manifestación que culminó cuando la Policía les disparó para dispersarlos.

A partir de entonces, los enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno y los ex militares y sus seguidores han dejado al menos 30 muertos, más de un centenar de heridos y unos 100.000 desplazados, por lo que el Gobierno de Australia, a solicitud de su homólogo timorense, desplegó tropas para ayudar a estabilizar el país.