DILI, 13 Jul. (EP/AP) -
EL nuevo primer ministro de Timor Oriental, José Ramos-Horta, llamó hoy a la unidad a las fuerzas de seguridad subrayando los retos del país después de meses de violencia, pero un alto cargo policial rechazó las conversaciones de reconciliación.
Ramos-Horta hizo la petición en una sede policial, donde en mayo los soldados mataron a diez policías desarmados en un ataque que forzó al Gobierno a pedir ayuda internacional. "Tenemos que comenzar un nueva era y reconstruir esta nación desde las cenizas. Divididos somos débiles. Todo los policías deben ser conscientes de esto. Debemos dejar de lado la discriminación y las divisiones regionales", señaló Ramos-Horta.
La violencia surgió en Timor Oriental en mayo después de que la primera ministra, Maria Alkatiri, dimitiera tras las quejas de la parte de los militares timorenses por supuesta discriminación. Su dimisión provocó los enfrentamientos entre los militares, la Policía y las unidades del Ejército a lo largo de las líneas regionales.
Toda la Policía y las unidades militares han sido confinadas a sus bases. Cerca de 2.700 soldados extranjeros se han encargado de la seguridad del país. La ONU, que administró Timor Oriental durante dos años, está investigando los enfrentamientos.
