MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha reunido este lunes con el emperador Naruhito en Tokio, la capital del país, en lo que supone el primer encuentro entre un jefe de Estado y el nuevo emperador nipón.
El dirigente, que ha visitado el país junto a la primera dama estadounidense, Melania Trump, ha sido recibido por el emperador y la emperatriz Masako en una ceremonia de bienvenida celebrada en el Palacio Imperial.
El republicano se ha convertido así en el primer dignatario extranjero en ser recibido por el monarca desde que heredó el trono a principios de mayo después de que su padre, Akihito, renunciara al trono en lo que ha supuesto la primera abdicación de un emperador nipón en dos siglos.
"Hace más de 200 años que no sucedía algo así. Es un gran honor representar a Estados Unidos", ha manifestado el magnate neoyorquino. Trump y la primera dama tienen previsto pasar cuatro días en el país, donde el dirigente norteamericano se reunirá con el primer ministro japonés, Shinzo Abe. Se espera que ambos aborden asuntos comerciales y regionales, entre ellos la situación de Corea del Norte.
Trump ha amenazado con imponer altos aranceles a los fabricantes de automóviles japoneses como parte de un esfuerzo por reducir los excedentes comerciales con otros países, algo que ve como una señal de que Estados Unidos ha recibido un trato injusto.
Tokio y Washington buscan un acuerdo comercial bilateral, pero el presidente ha indicado que no espera un gran progreso hasta julio, cuando el bloque de Abe se enfrente a las elecciones a la Cámara Alta del Parlamento.
La coronación de Naruhito se produjo el pasado 1 de mayo después de que su padre, el emperador Akihito, renunciara al trono en la que supuso la primera abdicación registrada en Japón en los últimos dos siglos.
Naruhito se convirtió en heredero al trono en enero de 1989 tras la muerte de su abuelo, el emperador Hirohito, pasando a ocupar oficialmente el cargo de príncipe heredero en febrero de 1991.
Dos años después Naruhito atrajo la atención mundial cuando el Palacio Imperial anunció su esperado compromiso con Masako Owada, una diplomática de carrera graduada en la Universidad de Harvard.
Naruhito y Masako tienen una hija de 17 años, la princesa Aiko. Sin embargo, conforme a la Ley de la Casa Imperial nipona, Aiko no podrá suceder en el trono a su padre puesto que se estipula que el heredero debe ser "un vástago varón del linaje imperial".
