MADRID, 25 (Reuters/EP)
El líder opositor zimbabuense, Morgan Tsvangirai, retiró hoy oficialmente su candidatura de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, una votación ensombrecida ahora por la incertidumbre y también las denuncias de la comunidad internacional sobre la imposibilidad de que las elecciones sean "libres y justas". Sin embargo, el presidente zimbabuense, Robert Mugabe, aseguró que aún no ha descartado negociar con la oposición algún tipo de acuerdo que ponga fin a la crisis política del país.
Después de que Tsvangirai anunciara el pasado domingo que no participaría en la segunda vuelta de los comicios presidenciales prevista para el próximo viernes, su formación el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) comunicó hoy su retirada de forma oficial a la Comisión Electoral de Zimbabue (ZEC) a través de un carta, según informó su portavoz, Nelson Chamisa. "La carta fue enviada esta tarde a la ZEC, y de forma muy clara y bien articulada se comunica nuestra decisión de retirarnos de las elecciones", declaró el portavoz.
En la misiva, Tsvangirai señaló que los acontecimientos que se han producido en Zimbabue desde las elecciones presidenciales y legislativas del pasado 29 de marzo son un "claro testimonio" de que los comicios del próximo viernes "no pueden llevarse a cabo con eficacia, libertad, justicia y transparencia y de acuerdo con la Ley". Además, acusó a la ZEC de no haber "detenido y/o condenado las continuas" declaraciones de los miembros del partido de Mugabe, el ZANU-PF, y del propio presidente de las que se deriva que, "independientemente del resultado de las elecciones", Mugabe "no va a abandonar su cargo".
A su juicio, la actitud de la ZEC ha "animado al ZANU-PF, a los veteranos de guerra próximos al ZANU-PF, a los altos cargos del ZANU-PF y al señor Robert Mugabe a mantener durante su campaña (electoral) que un presidente no llega al poder a través del proceso electoral, sino mediante el cañón de una pistola". Esto, añadió Tsvangirai, "hace que la gente se pregunte si estamos en unas elecciones o en una guerra".
"Hasta hoy, en el país se han registrado al menos 86 muertes, 10.000 viviendas destruidas, 200.000 personas desplazadas y 10.000 heridas", recordó el líder opositor, que precisó que las víctimas son simpatizantes del MDC y que la violencia, "claramente, ha estado patrocinada por el Estado y perpetrada en la mayoría de los casos" por miembros del Ejército y de la milicia del ZANU-PF. No obstante, reconoció que, "en algunos casos", los partidarios del MDC han "contraatacado, la mayoría de las veces en defensa propia".
"Nuestras reuniones y mítines han sido prohibidos por la Policía. Hemos acudido al Tribunal Supremo en no menos de tres ocasiones para que interviniese e hiciese posible que continuásemos con nuestros mítines", subrayó, al tiempo que opinó que "la violencia, la intimidación, la muerte y la destrucción de la propiedad" no permiten "soñar con unas elecciones libres y justas" ni esperar que los zimbabuenses "puedan expresarse con libertad e independencia". Éste es el motivo por el cual su partido y él mismo han decidido no participar en un proceso electoral "defectuoso", según precisó en la carta.
La comunidad internacional da la razón a Tsvangirai en que después de los últimos acontecimientos ocurridos en Zimbabue las elecciones no podrán ser "libres ni justas". En este sentido se manifestó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en un comunicado emitido anoche y que dice que "el Consejo de Seguridad lamenta que la campaña de violencia y las restricciones sobre los opositores políticos hayan hecho imposible que unas elecciones y justas tengan lugar el 27 de junio".
RESULTADOS ILEGÍTIMOS
El texto de la resolución --no vinculante-- ha sido suavizado, ya que en su primera versión culpaba explícitamente al Gobierno del presidente Robert Mugabe de la crisis y decía que Morgan Tsvangirai sería el sucesor legítimo si finalmente no pueden celebrarse las elecciones. Aun así, la versión final dice que el consejo "resalta que los resultados de las elecciones del 29 de marzo de 2008 deben ser respetados".
A pesar de esta declaración del Consejo de Seguridad, que supone su primera acción formal a propósito de la crisis de Zimbabue, el enviado zimbabuense ante la ONU, Boniface Chidyausiku, afirmó que las votaciones seguirán adelante a pesar de esa decisión. "En cuanto a nosotros, las elecciones tendrán lugar el viernes", afirmó.
Por su parte, Tsvangirai calificó la resolución de "muy importante". Ésta "reconoce que hay personas que deben rendir cuentas por la violencia y sitúa de lleno esta responsabilidad en el régimen de Mugabe", prosiguió. "Estoy seguro de que no podrá seguir por más tiempo desafiando a esa posición internacional", añadió.
Horas más tarde, el representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Zalmay Jalilzad, dijo al término de una sesión del Consejo de Seguridad que éste considerará tomar medidas adicionales respecto a Zimbabue si Harare ignora su declaración. Jalilzad, actual presidente del Consejo, rehusó referirse a los pasos que podría dar el organismo que integra 15 naciones.
El embajador de Estados Unidos en Zimbabue, James McGee, afirmó que, aunque la comunidad internacional no puede impedir que se celebren las elecciones, la Comunidad de Desarrollo del África Austral (SADC, por sus siglas en inglés) debe declarar ilegítimo el Gobierno de Robert Mugabe. A la misma organización apelaron ayer la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y el MDC. Hoy lo hizo también el líder del Congreso Nacional Africano (ANC) y presumible futuro presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma.
El Gobierno español condenó los "actos de violencia e intimidación perpetrados en las últimas semanas por el Gobierno de Zimbabue", lo cual hace "imposible la celebración en condiciones de igualdad y transparencia de la segunda vuelta de las elecciones", y mostró su disposición a estudiar, junto a sus socios de la Unión Europea y en coordinación con la Unión Africana (UA) y la SADC, la adopción de "posibles medidas adicionales para incrementar la presión sobre el régimen de Mugabe".
MUGABE NO DESCARTA NEGOCIAR
Por su parte, el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, instó a que se aplacen las elecciones. "He sido informado de que los soldados entraron el domingo 22 de junio en el domicilio de Tsvangirai para buscarle y que sólo pudo salvarse porque, alertado por sus amigos, huyó a toda prisa pocos minutos antes", declaró Wade en un comunicado. Tsvangirai se refugió en la Embajada holandesa el pasado domingo por la noche después de anunciar su retirada.
El líder opositor dijo hoy que espera salir de su refugio en la legación holandesa en los próximos días. "El embajador ha hablado con el Gobierno y se le ha asegurado que no habrá amenazas", continuó. "De aquí a mañana veremos lo que hacemos", declaró Tsvangirai. "Espero que cumplan lo que dicen. Éste es un régimen que actúa irracionalmente", añadió.
"Tsvangirai está asustado, ha buscado refugio en la Embajada holandesa. ¿Para qué? Estos son votantes, no te van a hacer daño. Nadie quiere matar a Tsvangirai", declaró Mugabe durante un mitin. Por otro lado, el mandatario, quien dijo que no ha descartado negociar con la oposición, reiteró que las elecciones seguirán adelante porque es una obligación legal.
