ANKARA, 5 Feb. (EP/AP) -
Un adolescente disparó y mató hoy a un sacerdote católico en el exterior de una iglesia en la ciudad turca de Trabzon, según fuentes policiales y testigos, que indicaron que el joven gritó 'Dios es grande' mientras escapaba.
Las fuerzas de seguridad están buscando al asesino, que podría tener entre 14 y 15 años, según un agente policial que no quiso ser identificado. Hasta el momento las autoridades no han señalado si el ataque puede estar relacionado con la ola de protestas por la publicación de caricaturas sobre el Profeta del Imán, Mahoma.
"Si el asesinato está relacionado con las caricaturas saldrá a la luz cuando el culpable sea cogido", aseguró el gobernador de Trabzon, Huseyin Yavuzdemir.
El sacerdote, Andrea Santoro, de 60 años, fue atacado alrededor de las 15:30 horas (hora local, 14:00 horas en la España peninsular), horas después de finalizar su Misa dominical en la iglesia de Santa María, construida en el siglo XIX.
Una mujer que respondió al teléfono en la iglesia indicó que el sacerdote se encontraba en el interior del templo, cuando sus puertas estaban abiertas por tratarse de horas de visita. El hombre recibió dos disparos por la espalda, informó el fiscal Burhan Cobanoglu.
El enviado del Papa Benedicto XVI en Ankara, monseñor Antonio Lucibello, indicó que habló con un testigo --"una mujer italiana que trabajaba para el sacerdote"-- que le relató que Santoro fue asesinado mientras se encontraba "arrodillado en la primera fila de la iglesia" y rezando.
"No vio a su atacante cara a cara", explicó Lucibello, y agregó que la testigo escuchó "al joven hombre gritando 'Alá Akbar' (Dios es grande)" mientras huía. El enviado del Sumo Pontífice no quiso especular sobre los motivos de la muerte, pero indicó que "no había elementos" para relacionar el ataque con las protestas por las caricaturas.
Mientras, el Gobierno turco denunció el ataque. "Condenamos con odio el hecho de que el asesinato fuera cometido en una casa de oración, contra un hombre de religión", aseguró el ministro de Justicia, Cemil Cicek, que es portavoz del Gobierno. "Se están haciendo todos los esfuerzos para revelar las verdades sobre esta muerte", agregó.
El gobernador de Trabzon, Yavuzdemir, indicó que el sacerdote había recibido amenazas por supuesto proselitismo, pero no había pedido ninguna protección. "Nuestras fuerzas de seguridad están investigando a aquellos que hicieron las amenazas", agregó.
El vicario apostólico para Anatolia, monseñor Luigi Padovese, dijo a las agencias italianas que mientras nada puede ser descartado, las caricaturas pueden haber tenido alguna influencia. El trabajo del sacerdote con prostitutas de la zona también podría haber sido un motivo, indicó.
Horas antes de que se conociera esta muerte, unos 300 turcos se manifestaron ante el Consulado danés en Estambul para protestar por la publicación de las caricaturas. Los manifestantes arrojaron huevos contra el edificio y quemaron una bandera danesa. En una protesta separada, unas 2.000 personas gritaron eslóganes contrarios a Dinamarca y quemaron una imagen del primer ministro danés.
