ESTAMBUL, 13 Sep. (EP/AP) -
La bomba que mató ayer a 10 personas, entre ellas siete niños, en Diyarbakir, una ciudad de Turquía de mayoría kurda, estalló mientras estaba siendo transportada, según informaron las autoridades turcas. Se trata de la explosión más grave desde las que costaron la vida a 58 personas en noviembre de 2003, reivindicadas por Al Qaeda.
La bomba estalló cerca de un parque, en una zona residencial de la ciudad. Según los testigos, la violencia de la explosión llenó la calle de restos de cadáveres. Sólo un cadáver ha podido ser identificado y las autoridades de un hospital informaron de que sólo podrían identificar cuatro de los cadáveres a través de exámenes de sangre.
La información de las autoridades turcas sugiere que la bomba estalló de manera anticipada, y que el artefacto estaba destinado contra un objetivo diferente.
"La bomba era de manufactura casera... y estalló mientras era transportada", afirmaron desde la oficina del gobernador de Diyarbakir. Las mismas fuentes explicaron que aún se estaba investigando lo sucedido y rechazaron confirmar si uno de los fallecidos llevaba encima el artefacto en el momento de la explosión.
Esta explosión se produce un día antes de una reunión entre enviados militares de Estados Unidos y autoridades turcas para tratar el tema de la insurgencia kurda, que lucha por la autonomía del sureste del país desde 1984. En los enfrentamientos han muerto más de 37.000 personas.
