YAKARTA, 15 Mar. (Reuters/EP) -
La Presidencia de Turquía ha condenado el atentado terrorista que ha acabado este viernes con la vida de 40 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda, al tiempo que ha asegurado que se ha tratado de un ataque "racista y fascista".
"Este ataque muestra el punto que han alcanzado la hostilidad hacia el islam y la enemistad hacia los musulmanes", ha afirmado Ibrahim Kali, el portavoz de la Presidencia turca, en un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter.
"Hemos vistos muchos tipos de discurso islamófobo contra el islam y los musulmanes que se convierten en una ideología perversa y asesina. El mundo debe elevar su voz contra este discurso y debe decir basta de terrorismo fascista islamofóbico", ha recalcado.
El ataque terrorista en dos mezquitas de Christchurch ha generado la condena de líderes islámicos y políticos de Asia. La ministra de Asuntos Exteriores de Indonesia, Retno Marsudi, ha mostrado su repulsa por el atentado y su solidaridad con las víctimas y sus familias.
"Indonesia condena enérgicamente este tiroteo, especialmente en un lugar de rezo cuando el rezo del viernes estaba en curso", ha afirmaod la jefa de la diplomacia indonesia, en un comunicado. La ministra indonesia ha dicho anteriormente a los medios locales que había seis indonesios dentro de una de las mezquitas atacadas.
El embajador indonesio en Nueva Zelanda, Tantowi Yahya, ha contado a Reuters que se está investigando si hay indonesios en el ataque. En Christchurch residen 331 indonesios, incluidos 134 estudiantes, según datos del Ministerio de Exteriores indonesio.
En Malasia, un país con mayoría de población musulmana, el líder del mayor partido de la coalición gubernamental, Anwar Ibrahim, ha condenado el ataque y ha dicho que hay un malasio herido entre las víctimas. "black tragedy facing humanity and universal peace".
"Estoy profundamente triste por este acto incivilizado que va contra los valores humanísticos y que se ha llevado las vidas de civiles", ha asegurado, tras haber definido el ataque como una "negra tragedia" contra la humanidad y la paz universal. "Trasladamos nuestras profundas condolencias y apoyo a las familias de las víctimas y al pueblo de Nueva Zelanda", ha afirmado.
