Turquía.- El secuestrador del Boeing 737 quiere pedir asilo político para evitar el servicio militar en su país

Actualizado: miércoles, 4 octubre 2006 0:15

ROMA, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El secuestrador del avión de la Turkish Airlines con 113 personas a bordo que volaba de Tirana a Estanbul se rindió ante las autoridades italianas y manifestó su intención de solicitar asilo político por no querer cumplir el servicio militar en su país.

El Boeing 737 secuestrado fue interceptado por un F16 de la aeronáutica militar italian, obligándole a aterrizar en el aeropuerto de Brindisi, que fue cerrado al tráfico. Una vez el avión tomó tierra comenzaron las conversaciones con el secuestrador.

Según declaraciones de agencias italianas, el secuestrador, Hakan Evinci, de 30 años y de religión cristiana, había enviado el pasado mes de agosto una carta al Papa Benedicto XVI en la que exponía sus problemas como objetor de conciencia en relación al servicio militar en Turquía. De ahí la confusión de las primeras informaciones difundidas por los medios italianos que hablaron de una protesta por la próxima visita del Papa a Turquía.

Mientra tanto, en declaraciones al periódico 'La Repubblica', el director de la oficina de prensa Vaticana, padre Federico Lomardi, señaló que permanecen "en alerta". "Esperamos tener más información sobre los hechos", indicó. Seguidamente, el padre jesuita aseguró que el viaje del Papa a Turquía "no será modificado o cambiado de fecha", y que "los preparativos prosiguen regularmente sin ningún cambio".

Según la primera reconstrucción de los hechos realizada por las autoridades, Hakan Evinci, utilizó un paquete con el que amenazó a los tripulantes del avión diciendo: "Hago saltar el avión, llevadme a Roma". En ese momento, el piloto hizo saltar la doble alarma que indica el cambio de dirección obligada.

El vuelo cambió de ruta mientras se encontraban en espacio aéreo griego. En su interior viajaban 107 pasajeros y seis miembros de la tripulación. Muchos de los pasajeros al principio no se dieron cuenta de lo acontecido. Según la Policía de Tirana, gran parte de los pasajeros eran de nacionalidad albanesa, mientras que los extranjeros eran una veintena.

El avión fue obligado a aterrizar en una pista del aeropuerto de Brindisi y fue rodeado por las fuerzas de seguridad, desatando el plan de emergencia para casos de terrorismo internacional.

Fuentes de los bomberos indicaron que Ekinci había pedido poder entregar un paquete y hablar con la prensa. Las conversaciones con el secuestrador fueron confiadas al prefecto de Brindisi, Mario Tafaro, a quien el "pirata aéreo" manifestó su voluntad de rendirse y pedir asilo político. "Parecía tener miedo", declaró un pasajero.