MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Casi uno de cada 10 extranjeros comunitarios que residen en España pertenecen a alguno de los países de la ampliación de la UE para los que España ha decidido levantar la restricciones a la libre circulación de trabajadores (Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Polonia y la República Checa), según datos oficiales a los que ha tenido acceso Europa Press a 31 de diciembre de 2005. Así, en la actualidad viven en España algo más de 55.000 ciudadanos de estos países. De, ellos, un poco más de la mitad, 25.484, están afiliados a la Seguridad Social.
Entre ellos, destaca la comunidad polaca, con una población de 34.600 personas; a los que siguen los lituanos, con 11.296 residentes en España; los checos, con 3.068; eslovacos, con 2.947; húngaros, con 1.934; estonios, 381; y los eslovenos, cuya cifra es tan reducida que no aparece desagregada.
A pesar de las restricciones actuales, una gran mayoría de estos ciudadanos, en concreto, un 72,4 por ciento, tiene un permiso de residencia de carácter comunitario, y no del Régimen General (reservado a nacionales de terceros países), lo que les permite residir libremente en España, aunque no les servía para buscar trabajo libremente.
Es decir, en caso de que quisieran ocupar un puesto de trabajo estable en España, y hasta el próximo 1 de mayo de 2006, tenían que someterse a las condiciones reservadas a los ciudadanos no pertenecientes a la UE. Esta situación afecta, por tanto, a unos 39.917 ciudadanos de estos países que en la actualidad residen en España que tenían que someterse al régimen de extranjería y no al comunitario para entrar en el mercado laboral español, y que podrán hacerlo libremente a partir del próximo mes de mayo.
El número de ciudadanos residentes en España pertenecientes a estos países se ha incrementado en un 48,6 por ciento respecto a 2004. Concretamente, el número de letones residentes en España ha crecido un 80 por ciento (aunque su número sigue siendo muy reducido; la colonia de lituanos ha crecido un 61 por ciento; los húngaros, un 54 por ciento; los eslovacos, un 48 por ciento; los polacos, un 46 por ciento, y los checos un 41,64 por ciento.
