UE.- La CE propondrá mañana forzar a los operadores históricos, como Telefónica, a reducir el control de sus redes

Planteará la regulación del mercado de SMS para evitar abusos monopolísticos

BRUSELAS, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea presentará mañana sus propuestas para revisar la normativa comunitaria de telecomunicaciones, entre las que se encuentran forzar a los operadores históricos --como Telefónica-- a reducir el control de sus redes, regular el mercado de mensajes de texto (SMS) para evitar abusos monopolísticos o crear un regulador único de telecomunicaciones en la UE.

El Ejecutivo comunitario considera que la actual legislación, que data de 2002, es sólida y ha logrado sus objetivos de fomentar la competencia, consolidar el mercado único y beneficiar a los ciudadanos. El sector de las telecomunicaciones ha crecido por encima del nivel medio de la economía, y su valor se situó en 2005 en 614 millones de euros. La inversión en la UE es comparable a la que existen en Estados Unidos o en Asia.

No obstante, la comisaria de Sociedad de la Información, Viviane Reding, ya ha dejado claro que en algunos sectores, como la banda ancha, es necesario seguir regulando para introducir más competencia. En el documento que se presentará mañana se estudia por primera vez la opción de la 'separación estructural', es decir, que los reguladores puedan exigir a un operador dominante que garantice a sus rivales el acceso a sus redes obligándole a separar la provisión de servicios de la provisión de infraestructuras.

La actual legislación de telecomunicaciones de la UE no prevé la separación estructural como medida correctora, pero el Ejecutivo comunitario recuerda que ya existe el precedente de Reino Unido, donde la experiencia ha tenido resultados positivos. También se señala el caso de Estados Unidos, donde las autoridades de competencia forzaron en 1984 la división del operador monopolístico AT&T en las llamadas 'Baby Bells', lo cual ha permitido una competencia en infraestructuras.

"Creo que la opción política de la separación estructural podría resolver muchos problemas de competencia que sufre todavía el mercado de las telecomunicaciones en Europa", dijo este martes Reding en un discurso. No obstante, puntualizó que será necesario encontrar "soluciones europeas" que se adapten a las necesidades del continente.

MENSAJES DE TEXTO

El Ejecutivo comunitario quiere reducir de 18 a 10 el número de mercados que tendrán que analizar los reguladores nacionales para detectar posibles abusos de mercado y proponer las medidas correctoras necesarias con el objetivo de simplificar las trabas burocráticas y la carga de trabajo para los reguladores nacionales. Los mercados que se suprimen son la mayoría de los relacionados con la telefonía fija.

No obstante, por primera vez el Ejecutivo comunitario pide explícitamente a los reguladores nacionales que investiguen el mercado de mensajes de texto para detectar posibles problemas de competencia y proponer las soluciones necesarias. Fuentes comunitarias explicaron que, cuando se adoptaron las reglas actuales, los SMS constituían un mercado pequeño y no se consideró necesario mencionarlo explícitamente.

Desde entonces, el uso de los mensajes de texto "ha crecido enormemente y su popularidad es muy grande". Además, los SMS tienen una característica monopolística porque sólo el operador del receptor puede permitir que lleguen a su destino. Ello significa que la compañía telefónica tiene en teoría poder de mercado para fijar el precio que quiera.

REGULADOR Y ESPECTRO

Reding cree que las diferencias entre los Veinticinco reguladores nacionales constituyen un "obstáculo" para el mercado interior y para una competencia efectiva. A su juicio, la solución más efectiva para este problema sería crear un regulador de telecomunicaciones europeo independiente que trabaje conjuntamente con los nacionales en un régimen similar al Sistema Europeo de Bancos Centrales.

En su revisión de las reglas sobre telecomunicaciones, el Ejecutivo comunitario propone liberalizar parcialmente el uso del espectro radioeléctrico, que en la actualidad está sometido a un régimen de concesión administrativa en la mayoría de Estados miembros.

Bruselas quiere introducir el comercio del espectro dentro de la UE en determinadas bandas, y también establecer bloques comunes que puedan usarse en las mismas condiciones en todos los Estados miembros para prestar servicios paneuropeos. Según los cálculos del Ejecutivo comunitario, ello podría generar beneficios adicionales por valor de 8.000 millones de euros.