BRUSELAS, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
La idea de la Comisión Europea de crear una agencia de noticias audiovisual independiente para mejorar su política en materia de comunicación provocó hoy duras críticas de la prensa europea, que acusó a Bruselas de invadir sus funciones y realizar competencia desleal.
La nueva agencia de noticias es una de las iniciativas más destacadas del 'Libro Blanco de la Comisión sobre la política europea de comunicación', que fue presentado en Bruselas por la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, Margot Wallström.
Wallström explicó que no se trata de crear una agencia a partir de la nada, sino de "desarrollar" el servicio que presta actualmente 'Europe by Satellite' (EbS), que suministra de manera gratuita a los medios de comunicación interesados imágenes y sonido de las ruedas de prensa y acontecimientos relacionados con la UE.
Su propuesta consiste en duplicar el número de trabajadores de EbS y contratar sobre todo a periodistas, ya que ahora predominan los técnicos. El objetivo sería ofrecer a los medios de comunicación noticias ya editadas sobre la Unión Europea y no sólo imágenes en bruto y ruedas de prensa en directo como ocurre ahora.
La Asociación de la Prensa Internacional (API) en Bruselas hizo pública a través de un comunicado su "preocupación" por esta nueva agencia independiente porque "pondría en riesgo" el reparto de competencias entre la Comisión y los periodistas.
La API recordó que los fotógrafos profesionales ya sufren una "creciente competencia" del servicio audiovisual de la Comisión. "Nos preocuparía más si esta competencia, que puede verse como una distorsión, se extiende a la televisión y más tarde a otros servicios de noticias", señaló.
OBSERVATORIO DE OPINIÓN PÚBLICA
Además de la puesta en marcha de la agencia de noticias, el Ejecutivo comunitario quiere crear un 'Observatorio independiente de la opinión pública europea', que, al igual que hace el Eurobarómetro, investigue y analice en profundidad las últimas tendencias.
También propone elaborar un 'código de conducta europeo sobre comunicación', que sea voluntario para las instituciones de la UE, los Gobiernos nacionales, regionales y locales y las ONG, y que tenga en cuenta los principios de libertad de expresión, inclusión, diversidad y participación.
