BRUSELAS, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Internacional de Operadores de Telefonía Móvil (GSMA, en sus siglas en inglés) aseguró hoy que la propuesta de la Comisión Europea para poner un tope a los precios por el uso del teléfono móvil en el extranjero dañará la innovación y la competitividad, distorsionará los mercados nacionales, y hará que las compañías se vean forzadas a prestar servicios por debajo de su coste.
Las críticas de los operadores se centran especialmente en que el tope fijado por Bruselas sea el mismo en toda la UE, "ignorando las diferencias fundamentales geográficas, demográficas, reguladoras y comerciales entre los Veinticinco Estados miembros", señaló GSMA a través de un comunicado.
"El coste de hacer negocios varia ampliamente a través de la UE, y los precios de otros servicios, como los billetes de avión, no están estandarizados en Europa", se quejan los operadores.
Insisten en que la imposición de límites máximos en los precios "reducirá la competencia y la innovación entre los operadores de telefonía móvil, dañando a una innovadora industria que invierte alrededor de 15.000 millones de euros al año en nuevas redes, productos y servicios".
"La misma talla no sirve para todos. Los operadores deben tener libertad para ofrecer sus propios planes tarifarios innovativos y diferenciados en respuesta a las demandas de los peticiones", destacó la GSMA, recordando que en los últimos meses las compañías han anunciado recortes de precios de hasta el 40% en el 'roaming'.
También indicó que las restricciones para cobrar por las llamadas recibidas en el extranjero obligarán a algunas empresas a no ofrecer servicios de itinerancia internacional, porque de lo contrario perderían dinero. "No hay ninguna justificación para forzar a los operadores a ofrecer servicios por debajo del coste", añadió. Los operadores defienden que tampoco es necesario regular las tarifas mayoristas de 'roaming' porque existe suficiente competencia en ese mercado.
