BRUSELAS, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
Países Bajos quiere que no se llame Constitución al nuevo Tratado de la Unión Europea y que éste no incorpore la Carta de Derechos Fundamentales pero sí los criterios de adhesión de nuevos países, según explicó el ministro holandés de Asuntos Europeos, Frans Timmermans, en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Constitucionales de la Eurocámara.
"En el debate holandés, cuando se pronunciaba la palabra Constitución, la gente reaccionaba preguntándose si esta Constitución iba a sustituir a la Constitución nacional o si iba a conducir a un Superestado Europeo", subrayó el representante holandés, que abogó por "evitar malentendidos" y calificar al nuevo texto simplemente de Tratado.
Pidió además que el nuevo texto evite usar términos que puedan confundirse con los debates nacionales, como 'ley' o 'ministro de Asuntos Exteriores', ya que en lugar de hacer las cosas más comprensibles para los ciudadanos "han creado más confusión porque la gente creía que la intención era sustituir los mismos instrumentos a nivel nacional".
Timmermans aseguró que su Gobierno está de acuerdo en que la UE necesita "nuevas reglas" porque no puede funcionar adecuadamente integrada por 27 Estados miembros con el actual Tratado de Niza. Sin embargo, recalcó que los ciudadanos holandeses han rechazado de forma clara en referéndum el Tratado Constitucional y que este texto no puede someterse de nuevo a consulta.
Países Bajos quiere que el punto de partida de las negociaciones para desbloquear la crisis institucional que vive la Unión no sea la Constitución Europea sino el Tratado de Niza. "Lo que queremos es un nuevo Tratado que enmiende los Tratados existentes en lugar de un Tratado constitucional que los sustituya a todos", señaló el ministro de Asuntos Europeos.
Pese a ello, consideró que algunos "elementos" de la Constitución serán "extremadamente útiles" en este proceso, y mencionó concretamente el "equilibrio institucional", que "debería mantenerse sin cambios" en el Tratado, o la extensión del voto por mayoría cualificada, incluso en cuestiones como el cambio climático o la energía.
Sin embargo, otras partes del Tratado constitucional deberían, a su juicio, simplemente suprimirse, como la Carta de Derechos Fundamentales --actualmente la segunda parte de la Constitución Europea-- que podría sustituirse por un artículo que se refiera a ella y que la haga vinculante.
Timmermans abogó además por incluir en el Tratado los criterios de adhesión de los nuevos Estados miembros al considerar que la "incertidumbre" sobre las futuras ampliaciones de la UE fue uno de los factores que provocó el 'no' en el referéndum holandés.
A su juicio, también sería fundamental aclarar la distribución de competencias entre la UE y los Estados miembros y dejar claro que sectores como la sanidad o la vivienda son competencia exclusiva de los países y no deben estar sometidos a las reglas de competencia del mercado interior.
