UE/Turquía.- La UE, dividida sobre el futuro de la negociación con Turquía

Actualizado: lunes, 13 noviembre 2006 21:03

España consideraría "contraproducente" suspender el proceso

BRUSELAS, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los Veinticinco se mostraron hoy divididos sobre el curso que deben tomar las negociaciones con Turquía a la luz del reciente informe de la Comisión Europea, que habla de una ralentización de las reformas, y la negativa del país candidato a abrir sus puertos y aeropuertos a la vecina Chipre, una condición que debe cumplir si no quiere que su largo camino hacia la UE se vea alterado.

Algunos miembros, como Austria o Francia son partidarios de "parar el reloj" si Ankara no avanza, mientras España defiende abiertamente continuar con las negociaciones porque consideraría "contraproducente" suspenderlas.

Luxemburgo, por ejemplo, admite que las cosas no pueden continuar como "si no pasara nada" pero también es partidario de dar una oportunidad a la presidencia de turno del Consejo para lograr un acuerdo entre turcos y chipriotas que pueda desbloquear un asunto que amenaza con contaminar la cumbre europea de Jefes de Estado y de Gobierno de los próximos 14 y 15 de diciembre.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea mantuvieron hoy su primer debate sobre este asunto tras conocer el documento de la Comisión.

Por su parte, la presidencia de turno que ejerce Finlandia espera en las dos próximas semanas arrancar un acuerdo a las dos comunidades enfrentadas, la turco chipriota y la grecochipriota, tras cosechar un primer fracaso hace quince días. El secretario de Estado para la Unión Europea, Alberto Navarro, que asistió a la reunión en nombre del ministro Miguel Angel Moratinos, puso de relieve la importancia del "proceso" y de que Turquía "siga mirando a Europa", se siga "europeizando", incorporando los valores europeos y que no se le cierre la puerta.

"Si cerramos la puerta a Turquía ese vacío lo llenará en seguida Rusia, China, Irán o cualquier otra potencia de la zona", alertó Navarro.

España defiende, en definitiva, continuar con el proceso de negociación y que culmine, dentro de bastantes años, con la adhesión del país, tal y como se prometió a Turquía desde que se le concedió el estatus de candidato en Helsinki, en 1999.

CONTRAPRODUCENTE

El Gobierno prefiere además no pronunciarse en este momento sobre la línea a seguir en caso de que Ankara no haya abierto a tiempo sus puertos y aeropuertos a Chipre, tal y como le pide la UE.

En todo caso, Navarro adelantó que España no es favorable a la suspensión de las negociaciones porque lo considera "contraproducente". "Pensamos que eso no es bueno ni para Turquía ni para Europa. No pensamos que estemos ahí, porque hay elementos que nos permiten confiar en que se puede llegar a un acuerdo", alegó.

Admitió, en todo caso, que Turquía tiene que cumplir sus compromisos y que se puede "negociar y discutir" el número de puertos y aeropuertos o que las negociaciones sigan a un cierto nivel y que se suspenda algún capítulo concreto como el relacionado con la unión aduanera.

Los ministros mostraron también una preocupación generalizada para evitar que el Consejo Europeo de diciembre se convierta en una reunión monográfica sobre Turquía y se centre más bien en los temas relacionados con la ampliación y la capacidad de absorción de la UE.

SIN GARANTIAS DE ÉXITO

Por su parte, el ministro de Exteriores finlandés y presidente en ejercicio del Consejo, Erkki Tuomioja, reconoció que la presidencia no puede garantizar el éxito de la negociación entre las partes pero advirtió de que un fracaso no beneficia a nadie.

"No puedo garantizar, nadie puede hacerlo, el éxito y es incluso posible que no logremos un acuerdo en este tiempo. Pero, en todo caso, debemos continuar con los esfuerzos sabiendo que todos quieren un acuerdo porque las consecuencias de un fracaso no beneficia a nadie", declaró en la rueda de prensa final del Consejo.

En esencia, la propuesta de Finlandia, que no ha trascendido públicamente, consiste básicamente poner en marcha el comercio directo entre las dos partes de la isla, la norte turcochipriota y la sur grecochipriota.

Contemplaría, además, situar la ciudad de Famagusta, en la parte turca de Chipre, bajo autoridad de la Comisión Europea y permitir que en la ciudad fantasma de Barosha los cascos azules de la ONU procedan a labores de rehabilitación.

También hay una petición de Chipre para garantizar que las propiedades de Barosha regresen a sus dueños reales y la parte norte de Chipre pide asimismo la apertura de un aeropuerto.

Si la propuesta de la presidencia no sale adelante, la Comisión Europea se verá obligada a presentar una recomendación como muy tarde el 6 de diciembre a tiempo para que los Jefes de Estado y de Gobierno tomen una decisión en la cumbre.

En todo caso, el acuerdo que persigue Finlandia en nada solapa los esfuerzos de Naciones Unidas, que intenta desde hace cuarenta años resolver el contencioso turco-chipriota.