BRUSELAS, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea se mostraron esta tarde de acuerdo en que habrá que subir el precio de los visados para sufragar los costes derivados de la introducción de los datos biométricos de los solicitantes, un requisito que será exigible a partir de enero de 2007, pero no lograron definir ni la tarifa ni las excepciones a la misma por países o categorías de ciudadanos.
Fue Francia quien llevó al Consejo la iniciativa, dado que tiene una extensa red consular y teme que se disparen los gastos administrativos de sus representaciones en el exterior. Sin embargo, los nuevos países del Este ven la cuestión con recelo porque un incremento en las tasas de los visados podría perjudicar la relación comercial con sus vecinos.
La presidenta de turno del Consejo y ministra del Interior austriaca, Liese Prokop, explicó en rueda de prensa al término del Consejo que todos son conscientes de la necesidad de incrementar las tarifas pero que, además de la cuestión meramente técnica, tiene que tenerse en cuenta la vertiente política en el marco de la política europea de vecindad.
También el comisario responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, reclamó tener una "amplia discusión" sobre la estrategia europea a seguir en este caso y se mostró contrario a la adopción de acuerdos bilaterales. "Hay que respetar la dimensión europea", subrayó Frattini, que propuso estudiar otorgar un tratamiento especial a estudiantes o investigadores.Tras la primera discusión de hoy, el lunes retomarán el asunto los ministros de Asuntos Exteriores. La Presidencia quiere adoptar una decisión definitiva en el Consejo de Ministros de Justicia que se celebrará en abril.
