LONDRES, 14 May. (Reuters/EP) -
El Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) ha salido al paso de las críticas y ha negado que sea una formación racista, al tiempo que ha alegado que, con su mensaje euroescéptico, sólo quiere que el país "recupere el control de las fronteras".
"La gente se une a nosotros por el mensaje positivo de que queremos recuperar el control de las fronteras", ha dicho el jefe de la unidad política del UKIP, Tim Aker, en declaraciones a la cadena de televisión BBC. "No hay ninguna discusión sobre temas de razas", ha alegado.
El partido, al que algunas encuestas sitúan al frente de cara a las próximas elecciones europeas, se ha visto salpicado por las acusaciones de una antigua dirigente de origen asiático que ha acusado al UKIP de "populismo racista".
El martes, Sanya-Jeet Thandi, una de las caras más reconocidas de su partido, abandonó su cargo y acusó a la formación de seguir una "dirección aterradora". El UKIP también ha visto cómo las cifras contradecían sus previsiones sobre una potencial llegada masiva de inmigrantes rumanos y búlgaros.
El viceministro de Finanzas, Danny Alexander, ha dicho que la "muy modesta" cifra de inmigrantes de Rumanía y Bulgaria --140.000 en el primer trimestre-- pone de manifiesto las "mentiras" del UKIP y su "incendiaria retórica".
A pesar de las polémicas, las encuestas siguen pronosticando un auge del euroescepticismo de cara a los inminentes comicios. Un sondeo de Opinium difundido este miércoles cifra en el 30 por ciento la intención de voto para el UKIP, dos puntos más que los laboristas y ocho por encima de conservadores.
