Las últimas señales vía satélite del avión de Malaysia Airlines desaparecido le ubican sobre el océano Índico

Actualizado: sábado, 15 marzo 2014 3:16

WASHINGTON, 15 Mar. (Reuters/EP) -

El análisis de las señales electrónicas recabadas del vuelo MH370 de la aerolínea Malaysia Airlines muestran que el aparato se podría haber quedado sin combustible y colisionar contra el océano Índico después de volar durante cientos de millas fuera de su ruta, según fuentes familiares con la investigación citadas este viernes por Reuters y 'The Wall Street Journal'.

La fuente que cita Reuters, que dice conocer los datos que el Gobierno de Estados Unidos está recibiendo de la investigación del avión desaparecido, afirma que otra posibilidad, aunque menos probable, es que el aparato se dirigiera hacia India, país con potentes radares aéreos que habrían percibido la presencia inesperada del avión.

Los datos obtenidos de las señales electrónicas emitidas por el avión a los satélites arrojan dos análisis distintos, puesto que son ambiguos, si bien corrobora que el vuelo fue deliberadamente desviado de su ruta, que comenzaba en Kuala Lumpur y debía concluir en Pekín.

Sin embargo, la principal hipótesis que se baraja en estos momentos es que el aparato desvió su trayecto hacia el noroeste para, a posteriori, realizar un cambio brusco de dirección hacia el sur y, en concreto, el océano Índico.

El avión estuvo actualizando su localización cada hora a través de un sistema de comunicación vía satélite durante cinco horas posteriores al despegue. De acuerdo con las últimas señales recibidas, el aparato sobrevolaba el océano Índico, según 'WSJ'.

El sistema que envió un mensaje de control de rutina del avión a un satélite fue desactivado poco después de los transpondedores e indica que alguien realizó un cambio manual en la hoja de ruta del avión con un viraje hacia el oeste.

Dos fuentes familiares con la investigación recalcaron anates que la señal del radar militar de Malasia detectaron un avión de similares características al MH370 en una ruta concurrida de forma habitual por vuelos que conectan Europa con Oriente Próximo.

En el Boeing 777-200ER viajaban 239 personas, entre ellos doce tripulantes y dos personas que viajaban con pasaportes robados, según se ha desprendido de la investigación. Los ciudadanos de nacionalidad iraní no presentan antecedentes sospechosos, al igual que los otros dos pasajeros investigados.