MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La directora general de la Organización para la Cultura, la Ciencia y la Educación de Naciones Unidas (UNESCO), Irina Bokova, ha condenado este martes la muerte del camarógrafo Anatoli Klyan, que trabajaba para la cadena de televisión rusa Channel One, tras ser tiroteado por soldados ucranianos en la localidad de Donetsk.
"Pido a las autoridades que hagan todo lo posible para encontrar a los responsables del crimen y llevarles ante la justicia", ha dicho. "Los periodistas que cubren los acontecimientos en Ucrania deben poder llevar a cabo su misión de dar información y facilitar un debate informado sin temer por sus vidas", ha remachado.
El camarógrafo falleció el domingo tras recibir un disparo en el estómago después de que las tropas ucranianas abrieran fuego contra un autobús en el que viajaba junto a un grupo de civiles en la localidad.
El servicio de prensa de la autoproclamada República Popular de Donetsk detalló que Klyan viajaba en el autobús junto a otros periodistas y un grupo de mujeres, principalmente madres de integrantes de los grupos separatistas, que iban a una base militar para negociar sobre su futuro.
En base a estas informaciones, los soldados ucranianos efectuaron varios disparos de la base cuando el autobús llegó a su destino, hiriendo a Klyan y al conductor del autobús. El cámara falleció en la ambulancia cuando era trasladado al hospital.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha exigido la puesta en marcha de una "investigación objetiva" sobre la muerte del camarógrafo, al tiempo que criticó a las fuerzas de seguridad ucranianas por considerar que no quieren rebajar la tensión en la zona.
"La muerte de un periodista ruso demuestra una vez más que las fuerzas de seguridad ucranianas no quieren una desescalada del conflicto armado en el este y que bloquean el ya frágil alto el fuego", afirmó a través de un comunicado.
