ESTAMBUL (TURQUIA), 29 Nov. (por Ildefonso González EUROPA PRESS) -
El Papa Benedicto XVI vivirá mañana la jornada más importante de su viaje oficial a Turquía, que incluye la firma de una declaración junto al Patriarca Ecuménico, Bartolomeo I y una polémica visita al Museo de Santa Sofía y la Mezquita de Sultanhamet.
Mañana, 30 de noviembre, se celebra la fiesta de San Andrés. El Pontífice y el líder de los ortodoxos aprovecharán la cita para participar en una "Liturgia Divina" en la Iglesia Patriarcal de San Jorge. Acto seguido, los jefes de las Iglesias católica y ortodoxa firmarán una declaración conjunta y Su Santidad pronunciará un discurso.
El principal objetivo de la visita del Papa a este país de mayoría musulmana es, como ha declarado él mismo, reforzar el diálogo ecuménico e interreligiosos. En su encuentro de hoy con Bartolomeo I, Benedicto XVI valoró que se han desarrollado "nuevas relaciones entre la Iglesia de Roma y la de Constantinopla" sobre una base de "amor recíproco".
La Iglesia Ortodoxa es la tercera de las tres grandes iglesias o comunidades cristianas junto con la Católica y el conjunto de iglesias protestantes, y cuenta con aproximadamente 215 millones de fieles en 135 países.
Hasta el año 1054 los cristianos formaban una unidad de credo y de disciplina. En 1054, y con la entonces Iglesia de Santa Sofía como escenario, esta unidad se rompió en el llamado "Cisma de Oriente", que dividía a los cristianos en ortodoxos o bizantinos y en católicos o latinos. La Iglesia Ortodoxa desconoció entonces el primado papal de Roma y se autoproclamó la única depositaria de la verdadera fe y de la rectitud espiritual (en griego ortodoxo significa "recta fe").
SANTA SOFIA Y MEZQUITA AZUL
Ya por la tarde, visitará Santa Sofía (primero una basílica cristiana, después una mezquita y actualmente un Museo) y la Mezquita de Sultanhamet, conocida popularmente como "Mezquita Azul" por los azulejos de su interior. Benedicto XVI se convertirá así en el segundo Pontífice que pasa a una mezquita, después de que su antecesor Juan Pablo II lo hiciera en Damasco en 2001.
Los dos monumentos se hallan a unos escasos metros de distancia y la entrada del Santo Padre tanto en uno como en otro es rechazada con virulencia por los sectores islamistas más radicales. Un centenar de fanáticos de extrema derecha ocupó el Museo de forma simbólica la semana pasada para rezar en su interior y exigir al Papa que no vaya y mucho menos rece dentro. Igualmente, más de 20.000 personas se concentraron el pasado domingo en una céntrica plaza de Estambul para protestar contra el viaje papal y proferir, entre otros cánticos, que "Santa Sofía tiene que volver a ser una mezquita".
Sin embargo, los organizadores de aquella manifestación (el islamista Partido de la Felicidad, SP) aseguraron hoy que no van a efectuar ninguna acción de protesta contra el Pontífice en Santa Sofía o en la "Mezquita Azul". "No vamos a hacer nada más durante los días que el Papa esté aquí. No queremos mostrarnos como unos enemigos de los cristianos. Sólo protagonizamos acciones democráticas contra el Papa* Sólo nos manifestamos contra las palabras del Papa", indicó a Europa Press un alto responsable del SP, Mustafá Kaya.
De todas formas, las autoridades turcas han previsto un impresionante despliegue de seguridad en Estambul, con unos 9.000 policías en total. Además, Santa Sofía se encuentra cerrada desde hace unos días a las visitas turísticas y el tráfico en la zona céntrica de la ciudad está restringido, provocando grandes atascos y el enfado de gran parte de la población.
Después de Santa Sofía y la "Mezquita Azul", el Papa hará una visita de oración en la Catedral Armenia Apostólica, donde se reunirá con el Patriarca Mesrob II. Posteriormente, esta vez en la sede local de la Nunciatura, Su Santidad recibirá al metropolita sirio-ortodoxo, al gran rabino de Turquía y cenará con miembros de la Conferencia Episcopal de este país.
