BRUSELAS, 14 (EUROPA PRESS)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha mostrado este viernes favorable a que se adopten sanciones contra los responsables de la represión en Bielorrusia, donde se han reprimido violentamente protestas y se ha detenido a miles de personas que denuncian fraude electoral.
"Necesitamos sanciones adicionales para aquellos que violan los valores democráticos y los Derechos Humanos en Bielorrusia", ha señalado en un comentario en su red social en el que apunta directamente a la reunión extraordinaria de ministros de Exteriores de la UE que, este viernes, tratará la crisis bielorrusa, con posibles sanciones encima de la mesa.
"Estoy segura de que la discusión de los ministros de Exteriores demostrará nuestro fuerte respaldo a los derechos del pueblo bielorruso y sus libertades fundamentales", ha añadido la conservadora alemana.
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, que decidió convocar la reunión extraordinaria a petición de Polonia, ha defendido que la UE "no puede desarrollar su relación con Bielorrusia ignorando violaciones flagrantes a los Derechos Humanos y las libertades políticas".
BRUSELAS PEDIRÁ UNA MISIÓN DE INVESTIGACIÓN EN MINSK
En declaraciones a la cadena británica BBC, el comisario de Ampliación y Vecindad, Oliver Varhelyi, ha avanzado que Bruselas pedirá al Consejo de Asuntos Exteriores que la UE envíe una misión a Minsk para esclarecer el proceso electoral e investigar los últimos episodios en el terreno.
Sobre la imposición de sanciones, Varhelyi lo ha considerado como una opción real que se discutirá en la reunión, insistiendo en que ve "grandes posibilidades" de que se den pasos en esa dirección. "Es cuestión de los estados miembro, pero veo un fuerte sentimiento que apunta a eso", ha indicado.
La opción de retomar las sanciones contra Minsk sobrevuela la capital comunitaria, aunque por el momento la UE habla de "revisar" su relación con el país vecino. En el seno del bloque europeo, Alemania, Polonia y los países bálticos se han mostrado muy críticos con la situación de Bielorrusia, mientras que países como Hungría, considerados más cercanos a Minsk, han guardado silencio.
