LONDRES, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno-Ocampo, informó a las autoridades estadounidenses de que el presidente de Sudán, Omar al Bashir, malversó hasta 9.000 millones de dólares (6.824 millones de euros) de los fondos públicos y buena parte de ellos los ingresó en bancos londinenses.
Algunos de los fondos podrían ser custodiados por el grupo de banca Lloyds, según Moreno-Ocampo, quien el año pasado emitió una orden de busca y captura contra Al Bashir por los cargos de crímenes de guerra que pesan contra él.
Moreno-Ocampo trasladó a las autoridades estadounidenses que era hora de culpar públicamente a Al Bashir de este robo con el fin de que la opinión pública sudanesa se volviera en su contra, según revelan los cables diplomáticos de Estados Unidos a los que ha tenido acceso Wikileaks.
Lloyds aclaró que no tenía ninguna prueba de estar reteniendo fondos a nombre de Al Bashir y subrayó su intención de cumplir con todos los deberes legales y regulatorios pertinentes, informa el diario británico 'The Guardian'.
De ser ciertas las afirmaciones del fiscal, los fondos malversados por Al Bashir equivaldrían a una décima parte del PIB sudanés, situado en la decimoquinta posición desde la cola en el índice de la ONU.
Moreno-Ocampo discutió este asunto con los estadounidenses apenas días después de emitir la orden de arresto contra el dignatario sudanés, en marzo de 2009.
El portavoz de la Embajada sudanesa en Londres, Jalid al Mubarak, ha rechazado esta versión, que en su opinión pone de manifiesto el interés político del TPI en desacreditar a Al Bashir. "Decir que el presidente puede controlar el Tesoro y coger dinero para meterlo en sus propias cuentas es ridículo. Es una declaración de risa del fiscal del TPI", ha manifestado.
Al Mubarak también criticó que el "disidente" Moreno-Ocampo haya fracasado "tristemente" en todos sus casos y se haya negado a investigar sobre los conflictos de Irak y la Franja de Gaza. "Necesita éxitos y ha señalado a Al Bashir para incrementar su propia popularidad", añade.
Este portavoz no dudó en relacionar las pesquisas del TPI con "sentimientos anti-árabes y de islamofobia".
Los cables también exponen cómo China rechaza ir en contra de Al Bashir por sus intereses en el rico sector petrolífero sudanés. "Moreno-Ocampo dice que a China, mientras continúe teniendo concesiones de petróleo en Sudán, no le importa lo que le ocurra a Al Bashir".
Este extremo se contradice con otro de marzo de 2008, en el que un representante de Francia cita la "creciente preocupación china" por las disputas entre el norte y el sur de Sudán y el temor a que sus intereses en el sector se vean perjudicados.
