Yemen.- El alto el fuego entre rebeldes chiíes y tropas gubernamentales en Yemen debe entrar en vigor mañana

Actualizado: lunes, 18 junio 2007 21:35

SANA, 18 Jun. (EP/AP) -

El alto el fuego acordado entre rebeldes chiíes y tropas gubernamentales yemeníes para poner fin a tres años de conflicto debe entrar en vigor mañana, según reveló hoy un destacado mediador en la disputa, el parlamentario yemení Yasser al Awadhi, a pesar de que los enfrentamientos han continuado en el norte de la provincia de Sad, donde líderes tribales aseguraron que al menos seis soldados perecieron hoy, mientras que otro resultó herido.

El diputado aseguró que las tropas gubernamentales cesarán las hostilidades hacia los rebeldes chiíes a primera hora de mañana martes, y subrayó que espera que los rebeldes hagan lo mismo. "Los funcionarios (del Gobierno) y los comandantes del Ejército están completamente preparados para observar un alto el fuego y cooperar totalmente", explicó en un comunicado.

"Los enfrentamientos fueron muy intensos y ambos bandos utilizaron todo tipo de armas", explicó uno de los líderes tribales bajo condición de anonimato.

Rebeldes chiíes y Gobierno alcanzaron ayer un acuerdo de alto el fuego gracias a la mediación de Qatar para poner fin a tres años de enfrentamientos que se han cobrado la vida de más de 4.000 personas.

Según el acuerdo, los rebeldes deben entregar sus armas pesadas al Gobierno, mientras que éste debe poner en libertad a los rebeldes presos, sufragar la reconstrucción de los pueblos destruidos por los enfrentamientos y contribuir a ayudar al regreso a sus hogares de los desplazados por la contienda bélica, cifrados en más de 30.000 según líderes del norte del país.

El levantamiento de los chiíes comenzó en junio de 2004 cuando el clérigo Husein Badr Eddin al Hawthi ordenó a sus seguidores alzarse en armas contra el Gobierno. El hermano de Al Hawthi, Abdel-Malek, se ha hecho con la dirección del grupo rebeldes a la muerte de éste en enfrentamientos librados el años pasado.

Al Hawthi ha rechazado las acusaciones de que su grupo, conocido como los Jóvenes Fieles Creyentes, han recibido fondos económicos de Libia ni Irán y acusa de corrupción al Ejecutivo por sus estrechos vínculos con Occidente. El Gobierno, por su parte, acusa al grupo de terrorismo, sedición y de formar un grupo armado ilegal que incita al odio contra Estados Unidos.