LAS PALMAS DE GRAN CANARIA/SANTA CRUZ DE TENERIFE, 31 May. (EUROPA PRESS) -
La acción de Cáritas Diocesana ha llegado durante el pasado año 2017 a casi 36.700 personas en las islas Canarias, donde la pobreza tiene "rostro de mujer" y se "cronifica".
Así se ha puesto este jueves de manifiesto durante la presentación de las Memorias Institucionales de las dos cáritas del archipiélago, cuya labor ha llegado a 21.200 personas en la provincia de Las Palmas y a 15.500 en la de Santa Cruz de Tenerife.
En este sentido, Cáritas Diocesana de Canarias ha atendido directamente a 8.396 personas en Las Palmas que contaban con personas a su cargo --dependientes, hijos...-- mientras que Cáritas Diocesana de Tenerife ha asistido a un total de 5.130 núcleos familiares.
Ante estos datos, desde la rueda de prensa de Las Palmas de Gran Canaria, el obispo Francisco Cases, hizo especia hincapié en que la pobreza en la provincia oriental, y en las islas en general, "tiene rostro de mujer", algo que consideró "lamentable" cuando la sociedad está luchando por aumentar los derechos de las mujeres.
De igual modo, quiso poner de relieve que la pobreza en el archipiélago se "cronifica" y que se mantiene en datos que no cambian durante los últimos años, resaltando asimismo que dicha "cronificación" hace que la escasez de recursos sea también "hereditaria".
Por su parte, el director de Cáritas Diocesana de Canarias, Gonzalo Marrero, y la secretaria general, Caya Suárez, han insistido en que la recuperación económica no se está traduciendo en una mejora de la situación global de las familias vulnerables, pues éstas siguen necesitando de grandes apoyos y acompañamiento.
De igual modo, han destacado que la respuesta de la institución tiene que abarca más aspectos de la vida de las familias, puesto que "se trata de una pobreza estructural, cronificada, de la que es muy difícil salir y que se hereda de padres a hijos".
MÁS DE 1.400 SIN TECHO ATENDIDOS EN LAS PALMAS
Cáritas ha asistido en Las Palmas a 1.418 personas sin hogar, cifra que asciende en 89 personas respecto a 2016, mientras que las mujeres siguen siendo las que más se acercan a los servicios de Cáritas.
Aquí, la edad de quienes encabezan los hogares que acompañamos ha aumentado ligeramente de forma que más de la mitad tiene entre 40 y 59 años y quienes tienen más de 60 años representan al 16,5%, edad en la que, principalmente, se encuentran fuera del mercado laboral y dependen de una pensión pública, en muchos casos insuficiente para mantener un nivel de vida digno.
El 43,7% de las familias atendidas no tienen ningún tipo de ingreso y la gran mayoría (80,1%) no tiene trabajo o cuenta con un empleo precario (7,2%) que no garantiza unas condiciones de vida dignas, lo que supone un grave problema porque casi la mitad de las personas atendidas (45%) tiene hijos a cargo.
También preocupa a la institución la situación de las personas que viven solas (34,2%), sin redes de apoyo y, muchas de ellas, con pensiones insuficientes.
NECESIDAD DE MEDIDAS EFICACES CONTRA LA POBREZA EN CANARIAS
Desde la rueda de prensa de Santa Cruz de Tenerife, en la que participaron el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez; el dirección de Cáritas de Tenerife, Leonardo Ruiz del Castillo; y la secretaria general, Rosa María Martín, se ha destacado la necesidad de implementar medidas eficaces contra la pobreza y la exclusión social en las islas.
Respecto a los perfiles de beneficiarios en 2017, la mayoría de las personas atendidas en Tenerife fueron mujeres (un 70%), y a medida que se acerca el fin de la vida laboral se localizan situaciones de mayor vulnerabilidad.
En concreto, en la provincia occidental las personas de entre 45 y 65 años representaron casi el 60% de los beneficiarios de la acción de Cáritas.
Además, Cáritas Diocesana de Tenerife ha denunciado la "sistemática vulneración" y la "precarización de los derechos" de las personas que se atienden diariamente tanto en las parroquias como en los distintos programas y proyectos con los que cuenta la institución, ya que los datos continúan reflejando que el 44,6% de la población en Canarias se encuentra en situación de riesgo de pobreza o exclusión social y más de 213.000 personas están desempleadas.
Ruiz del Castillo ha insistido en la necesidad de "implementar medidas urgentes" encaminadas a luchar contra la exclusión social y la pobreza en el Archipiélago, así como el incremento del salario mínimo interprofesional y las rentas mínimas, para hacer desaparecer el alto porcentaje de trabajadores y pensionistas canarios en situación de exclusión.
Igualmente, ha recordado la labor que desarrollan las personas voluntarias que participan con su dedicación en el desarrollo de los proyectos de la institución, que representan la base y el cimiento de Cáritas. Así, durante 2017 la entidad contó con 894 personas voluntarias en los 17 Arciprestazgos de la Diócesis Nivariense.
Por último, en el apartado económico, Cáritas Diocesana de Tenerife tuvo unos ingresos de 5,06 millones de euros el año pasado, de los cuales 2,9 millones procedieron de aportaciones públicas (un 58,52%) y 2,09 millones (un 41,48%) de recursos privados provenientes de donantes particulares, fundaciones, empresas y las colectas parroquiales del primer domingo de mes.
En Las Palmas, Cáritas tuvo en 2017 unos ingresos de 5,99 millones de euros (un 45,8% de aportaciones públicas) y se aplicaron recursos por valor de 5,3 millones. Respecto a los 638.000 euros restantes, corresponden a 138.000 euros de una donación procedente de una herencia y a 500.000 euros que se destinarán en este 2018 a un centro para personas sin hogar en el barrio de Lomo Blanco de Las Palmas de Gran Canaria.
