Joaquim Jordá, reconocido con el premio Mirada Personal del festival tinerfeño 'MiradasDoc'

Actualizado: domingo, 8 noviembre 2009 13:00

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

"Irónico, inteligente, libre, creativo, experimentador". Son adjetivos con los que su familia, sus amigos y sus compañeros de profesión coinciden en describir al director y guionista catalán Joaquim Jordà fallecido en 2006 y que ha sido homenajeado durante la IV Edición del Festival de Cine Internacional del Sur, 'MiradasDoc', que se celebra en Guía de Isora (Tenerife), a título póstumo mediante la concesión del Premio Mirada Personal, como reconocimiento a una de las trayectorias más destacadas y singulares del cine contemporáneo español.

Junto con la entrega de este premio, que se llevó a cabo ayer, el certamen ha homenajeado al cineasta catalán con un ciclo de proyecciones y una conferencia en la que participaron Mª Antonia Madroñero Román, viuda del cineasta; Joan Álvarez, director de la Fundación para la Investigación del Audiovisual (FIA); Teresa Toledo Cabrera, especialista en cine de Casa de América; Rolando Díaz, cineasta y co-director de MiradasDoc y la joven realizadora mexicana Alejandra Molina, discípula del documentalista catalán.

Joaquim Jordà se consagró a lo largo de su carrera como uno de los padres del documental español, aunque "le habría hecho mucha gracia escuchar que dijeran de él que era padre de cualquier cosa", tal y como señaló Mª Antonia Madroñero con la misma ironía que caracterizaba al realizador.

Sin embargo, es "indiscutible" su decisiva intervención en un acontecimiento tan relevante para la historia del cine español como la fundación y vida de la llamada Escuela de Barcelona. Según Joan Álvarez, "tenía una mirada de trabajar única" e invirtió su carrera "tratando de acabar la 'gramática cinematográfica' como heredero de Lumière y Mélies".

EXPERIMENTACIÓN

A través de su filmografía, Jordà fue "precursor en hablar de la disolución de los géneros, con el argumento de que, desde el inicio de la historia del cine, ya se mezclaban el documental y la ficción", destacó Teresa Toledo. Idea que subrayó la viuda del cineasta al reconocer que nunca cesó de "experimentar con el lenguaje cinematográfico como tema recurrente". Su genialidad, su inteligencia y su manera de trabajar le permitieron hacer "obras maestras" porque, según Mª Antonia Madroñero, "las ideas de Joaquim sustituyeron siempre a la falta de medios".

El cineasta catalán fue retratado como una persona "permanentemente creativa, que inventaba su vida a cada momento" y que seguía repensando su propia obra, ya que según él que "una película no está acabada nunca mientras su director está vivo", recordó la viuda de Jordà.

Los participantes en el acto de homenaje recordaron también a Jordà desde su personalidad entusiasta y entregada. "Aprendí mucho de su visión irónica de la vida", reconoció el cineasta Rolando Díaz para quien el catalán partía de una "desacralización" y de un "canto a la espontaneidad".

En la misma línea, la cineasta mexicana Alejandra Molina, destacó los valores de Jordà y la oportunidad que tuvo de compartir con él la última etapa de su vida. La joven realizadora plasmó en el documental 'No tiene sentido... estar haciendo así, todo el rato sin sentido' (2008), un retrato del gran cineasta que le permitió "acercarse y entrar en su intimidad", por lo que Molina expresó un "enorme agradecimiento".

Afectivo y cercano, Joaquim Jordà fue recordado como una persona a quien muchos acudían para pedir consejo. "Tenía una personalidad esférica, porque te metías dentro y ya no había manera de salir", explicó el guionista y escritor Joan Álvarez. En suma, los participantes en la mesa redonda se manifestaron "felices de reconocer a un hombre que asumió el cine con tanta libertad".

El homenaje que el festival 'MiradasDoc' rindió a este realizador se completó con un ciclo de proyecciones de algunas de las películas más destacadas de Jordà. El ciclo comenzó con el largometraje, 'El encargo del cazador' (1990), para continuar con 'Monos como Becky' (1999) y 'Veinte años no es nada' (2004). Completa las proyecciones el film 'No tiene sentido... estar haciendo así, todo el rato sin sentido' (2008) de Alejandra Molina.

Gracias a esta muestra, el público ha podido comprobar cómo, la rúbrica de su cine, combina el cuidado de la imagen con la valentía y el ímpetu de la experimentación. Una oportunidad para acercarse a su producción cinematográfica que, paradójicamente, sigue siendo desconocida y apenas exhibida, pese a la gran influencia que ejerce sobre los cineastas jóvenes hoy en día.