La lucha canaria cuenta ya con un ergómetro para el entrenamiento de los deportistas diseñado por un ingeniero tinerfeño

Actualizado: sábado, 8 noviembre 2008 16:21

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El tinerfeño Lorenzo García García, físico e ingeniero técnico industrial, de 29 años, recibió ayer tarde el máximo galardón de los Premios Proyecto Fin de Carrera María Jesús Marrero Rodríguez, en su cuarta edición, por el diseño de un ergómetro para el entrenamiento y la medición del rendimiento físico de los deportistas de lucha canaria.

Alexander José Pérez García, de 23 años, consiguió en la misma convocatoria un accésit por el diseño detallado del sistema de cierre de la ventana de entrada a un instrumento astronómico para ubicar en el Gran Telescopio de Canarias (Grantecan).

El acto de presentación y entrega de estos premios se celebró ayer tarde en la santacrucera sede del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales (COITI) de Santa Cruz de Tenerife, que, con la colaboración de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Civil e Industrial (ETSICI) de la Universidad de La Laguna (ULL), es el artífice de las distinciones, según un comunicado.

En esta ocasión, se da el caso de que el trabajo premiado supone todo un compromiso "con la propia tierra" al poner el ingenio al servicio del deporte autóctono.

El ingeniero ha reconocido que la idea de diseñar un ergómetro para la lucha canaria surgió de una conversación con Javier González Pérez, médico del Servicio de Medicina Deportiva del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz y compañero de triatlón.

"Él me trasladó la necesidad que había de determinar el rendimiento físico de la lucha canaria. En concreto, la evaluación de las capacidades físicas y del estado de salud de los luchadores", según explica Lorenzo García, quien añade que se trataba de desarrollar un protocolo de entrenamiento adecuado para que se maximice el rendimiento sin comprometer el estado de salud. Javier González puso en contacto a Lorenzo García con quien se convertiría en el "cliente" de este proyecto: Norberto Marrero Gordillo, profesor de la Facultad de Medicina de la ULL, médico y luchador activo.

"Con él definí el problema desde el punto de vista biomecánico y me ayudó a familiarizarme con este deporte. Tenía que fabricar un aparato que él iba a utilizar", aseguró este joven ingeniero técnico. El primer paso de Lorenzo para afrontar el proyecto fue confirmar si ya existían ergómetros en otros deportes de lucha.

Las referencias bibliográficas y las indagaciones en el Consejo Superior de Deportes dieron un resultado negativo. Llegó a entrevistarse con el seleccionador nacional de judo y con el de piragüismo, modalidad deportiva que ya dispone de un ergómetro específico.

Los ergómetros son aparatos que pretenden emular, lo más fielmente posible, los movimientos que realiza el deportista en su modalidad. Éste fue el punto de partida del proyecto: analizar la biomecánica de la lucha canaria. UN COSTE DE 14.000 EUROS

El resultado final del diseño se basa en la utilización de elementos de uso frecuente en el campo de la ingeniería. La propuesta final, presupuestada en casi 14.000 euros, se compone de un sistema con forma de humanoide que simula la geometría humana y que se encuentra ligado a la superficie a través de un bastidor.

Constituido por 50 elementos diferentes, en su esencia puede dividirse en cuatro grandes conjuntos: tren superior, tren inferior, bastidor y recubrimiento. El dispositivo permite dos movimientos. Puede desplazarse verticalmente a través de unos ejes, mientras que el tren superior puede rotar desde una posición de 60 grados respecto de la vertical hasta la total verticalidad.

En toda la ejecución, el atleta podrá seleccionar un lastre máximo de 100 kilogramos, mientras que el tren superior ofrecerá una resistencia variable que podrá regularse según criterio del entrenamiento.

Puede regularse la longitud y el ancho del tren inferior y la longitud del tren superior. El sistema está formado por seis sensores que permiten computar la potencia transferida por el luchador. Por último, a través de un monitor se pueden ver los parámetros de rendimiento físico en tiempo real y, de esta forma, tanto el deportista como el médico o mandador (entrenador) podrán conocer las características de la acción realizada.

Con el ergómetro, no sólo se podrán determinar las fuerzas, sino también el tiempo de contacto entre todos los sensores, de tal forma que se tendrá una medida tanto de la potencia aplicada como de la rapidez de ejecución; en otras palabras, se podrá conocer la calidad de la ejecución de la maña.

A Lorenzo García le encantaría que su ergómetro fuera algo más que un diseño y que tuviera utilidad real: "Estamos buscando una inversión pública para construir un prototipo. Lo ideal sería que se utilizara en un centro de alto rendimiento para lucha canaria, aunque creo que el primero que se fabrique debe estar en la Facultad de medicina de la Universidad de La Laguna, para realizar una prueba inicial y los primeros reconocimientos médicos".

El premiado subraya que, además de lucha canaria, este aparato puede emplearse con el mismo fin en otros deportes similares, como el yudo, la lucha leonesa o la lucha coreana. De todas formas, para Lorenzo García, aún es pronto para determinar el destino futuro del ergómetro, y señala: "Aún estamos en fase de promoción, se ha presentado, por ejemplo, en el XXX FIMS World Congress of Sports Medicine".