TENERIFE , 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
"Los talleres de empleo para desempleados que ponen en marcha las distintas administraciones locales necesitan incluir no sólo aquellas materias relacionadas con la formación profesional impartida sino también todas las técnicas que propicien que el alumno sea capaz de autoorientarse para acceder y transitar en el mercado de trabajo", reconoce Miriam González Afonso, profesora de la Universidad de La Laguna y codirectora del curso 'Orientación sociolaboral en la educación formal y no formal', que se ha desarrollado esta semana en el seno de la IX Edición de la Universidad de Verano de La Gomera.
González Afonso explica que trabajar a través de la integración curricular de los contenidos sociolaborales en las materias de los talleres optimiza el aprendizaje profesional, social y personal. Apunta, asimismo, que esta estrategia se ha utilizado con carácter experimental en la educación secundaria con excelentes resultados, por lo que entiende que las entidades promotoras de talleres ocupacionales y de empleo deben fusionar ambos contenidos para cubrir los objetivos que se pretenden con este tipo de formación, es decir la formación profesional y la inserción social laboral.
Esta profesora universitaria recuerda que las escuelas taller se han creado para propiciar la inserción laboral de jóvenes de entre 16 y 21 años, y que tienen una duración de un año o 18 meses (las casas de oficio se circunscriben a un año de formación, seis meses teóricos y seis de carácter práctico), con fases de formación teórica y otra práctica. Para González Afonso, en este período, a los alumnos se les debe formar no sólo en las competencias específicas de esa ocupación sino que debe adquirir todos aquellos valores, aptitudes y comportamientos que garantizarán su natural acceso y consolidación en el mercado laboral. "Y es que se les debe orientar para continuar su formación y /o autoempleo", apunta. Los talleres de empleo surgen por el éxito de las escuelas taller y están diseñados para mayores de 25 años, y su tiempo de duración es de doce meses. Para ese sector de edad, es especialmente importante incluir otros aspectos a desarrollar, como la autoestima y la motivación para afrontar y superar los miedos y problemas relacionados con la búsqueda de empleo; conocer sus habilidades y limitaciones relacionadas con sus intereses vocacionales, y trabajar para desarrollar las destrezas profesionales para llevar a cabo la toma de decisión vocacional.
Para esta experta en orientación sociolaboral, "deberíamos modificar los planes y metodologías de las escuelas taller y de oficios para trabajar conjuntamente la formación sobre un oficio o práctica laboral con el desarrollo integral de los participantes, de forma que no sólo aportemos una cualificación profesional sino también una formación profesional que ayude a estos desempleados a encarar con solvencia el acceso al mercado de trabajo".
El director del curso, Pedro Álvarez Pérez, profesor del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa de la Universidad de La Laguna, plantea que el enfoque que debe seguir la enseñanza es principalmente "educar para la vida", desde una perspectiva que ayude a los jóvenes a enfocar los problemas y las situaciones cotidianas, así como disponer de estrategias para afrontarlos. Álvarez significa la enorme responsabilidad que tienen los educadores en este sentido para ayudar al alumno a desarrollar competencias desde una posición crítica y transformadora.
"A los jóvenes hay que enseñarles la importancia del trabajo y hablarles del paro", añade Pedro Álvarez, quien entiende que "es imprescindible explicarles cómo funciona la sociedad para que luego no abriguen sensaciones de fracaso."
