LOGROÑO, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sala de lo Social ha dado la razón al INEM, quien rechazó el pago único por desempleo a un trabajador que quería utilizar el dinero para asociarse en el restaurante en el que trabajaba como cocinero, y del que fue despedido.
El juez considera que, en este caso, no se persigue la finalidad del pago único, que es la de fomentar el empleo, y, aún más, considera la petición un fraude.
El trabajador, D.N.J., explica la sentencia, prestaba servicios como cocinero en el restaurante y casa rural 'La Posada de Laurel', ubicada en Préjano. El 12 de agosto de 2004, la empresa le despidió y, ese mismo día, reconoció la improcedencia del despido, optando por indemnizar al trabajador.
El empleado percibió prestaciones por desempleo del 1 de septiembre hasta el 30 de octubre. Dos días antes de esta última fecha, el empresario responsable del negocio constituyó, con otro, una comunidad de bienes para la explotación del mismo. Esa misma fecha, D.N.J. solicitó la prestación por desempleo en modalidad de pago único. Sin embargo, le fue denegado.
Ante esto, el trabajador formuló reclamación que fue desestimada y, después, interpuso un recurso de suplicación que, ahora, se rechaza. El juez explica que la finalidad legal de la prestación por desempleo en su modalidad por pago único es propiciar la iniciativa de autoempleo de los trabajadores desempleados, facilitando la realización de un trabajo por cuenta propia.
Sin embargo, en este caso, apunta, se trata de continuar con la explotación del mismo negocio y realizar la misma actividad de cocinero, lo cual, considera, no es una medida de fomento del empleo sino un modo de financiar su participación empresarial en el negocio en el que trabajaba. Esto le lleva al juez a interpretar que el intento del actor de percibir el pago único incurre en fraude de ley.
