Leopoldo Alas y Enrique Falcón presentan sus nuevos cuadernos de poesía en el Instituto Riojano de Juventud

Actualizado: jueves, 24 agosto 2006 15:58

LOGROÑO, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El riojano Leopoldo Alas, sobrino-biznieto de 'Clarín', y el valenciano Enrique Falcón, presentan hoy sus cuadernos de poesía 'Primer concierto del desorden' y 'El amor, la ira', respectivamente, a partir de las 20:00 horas en el salón de actos del Instituto Riojano de la Juventud.

Esta lectura de poemas es la cuarta y penúltima enmarcaca dentro del II Festival Poético 'Agosto Clandestino', organizado por 'Ediciones del 4 Agosto'.

Alas, nacido en Arnedo en 1962, vive en Madrid y es licenciado en Filología Italiana. Actualmente, es columnista de 'El Mundo' y dirige el programa 'Entiendes o no entiendes' de RNE.

El cuaderno de poesía 'Primer concierto del desorden' es, explicó, un "adelanto" de su quinto libro de poemas 'Concierto del desorden' que combina, describió, "una poética humorística" con otra de "poemas filosóficos de calado espiritual donde reflexiona sobre los grandes temas como el tiempo, el amor y la muerte".

Tal y como el título del poemario sugiere, indicó, se trata de un "concierto del desorden" que nace de la intuición poética de que en el "aparente desorden hay una especie de unión".

Por su parte, Enrique Falcón, valenciano de 38 años, ha publicado libros de poesía como 'El día que me llamé Pushkin' que fue Premio Nacional 'Antonio Machado' de Poesía, o 'La Marca de 150.000.000, Premio 'Ojo Crítico' de Poesía de RNE.

El cuaderno 'El amor, la ira' que presenta hoy en Logroño recoge una muestra que "cierra un ciclo personal de escritura" que comenzó en 1991. Falcón, descrito como poeta de la conciencia, poeta político o poeta del conflicto, describe el poemario como un "pequeño opúsculo de aforismos y reflexiones sobre qué es esto de poesía política en el mundo de hoy".

El título 'El amor, la ira' se lo dio Jesús, un hombre con el que trabaja en la cárcel de Valencia y que, señaló, "dice que son esas dos cosas las que le permiten ir con esperanza y dignidad en un mundo como el de la cárcel, ser capaz de sentir amor y ser capaz de sentir ira como grito de protesta".

Esa reflexión es la base del libro porque, aseguró Falcón, "si no somos capaces de vivir desde el amor y si no somos capaces de decir basta ya desde la indignación y la ira sería muy difícil hablar de esperanza".