La madre de Enaitz afirma que con la decisión de Calparsoro "se nos abren puertas de algo por lo que venimos luchando"

Actualizado: martes, 29 abril 2008 20:40

LOGROÑO, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

La madre de Enaitz Iriondo, el joven que murió atropellado por un turismo en 2004, Rosa María Trinidad, afirmó hoy que con la decisión del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, Juan Calparsoro, de enviar un escrito a la jueza de Haro para la reapertura del caso, "se nos abren puertas de algo por lo que venimos luchando desde hace tiempo".

Aseguró que la decisión del fiscal del TSJR es una "satisfacción", así como "algo gratificante", que "nos hace sentirnos un poco mejor".

Trinidad en declaraciones a Europa Press indicó que fue el propio Calparsoro, quien de manera telefónica, esta mañana, les informó de su decisión.

La madre de Enaitz espera que la jueza de Haro, Marta Icíar Fernández-Hierro, decida rápidamente sobre la reapertura del caso, porque para nosotros "supone un agotamiento psicológico grande, ya que supone revivir constantemente el caso".

De todos modos, Trinidad afirmó que "lo tenemos que hacer por la memoria de nuestro hijo, ya que se quiso cometer una gran injusticia, que no nos parecía justo".

REGRESABA EN BICI.

El 26 de agosto de 2004, Enaitz regresaba al camping de Castañares (La Rioja) en bici después de haber estado en el pueblo, situado a dos kilómetros. Fue "tan cauto", explicó la madre, Rosa María Trinidad, que volvía al camping utilizando un camino vecinal que discurre paralelo a la carretera secundaria LR-111. "Sin embargo, al salir a la carretera LR-111, el conductor de un Audi A8 que circulaba a gran velocidad lo arrolló y lo mató".

Un 'Informe Técnico' elaborado por un perito estableció que la velocidad instantes previos al impacto del turismo, tomó un valor de 173,9 kilómetros hora. El límite de velocidad máximo permitido en esa carretera era de noventa. "La frenada fue tan fuerte que las huellas de la frenada estuvieron allí durante casi un año".

Del mismo informe, añadió la madre, se puede concluir que el impacto no se produjo en el momento en el que se incorporó desde el camino a la calzada, sino que después que la bicicleta había circulado varios metros. A una velocidad de 173,9 kilómetros hora la distancia que se atraviesa es de 44,4 metros en un segundo. "Y desgraciadamente esto está en contraposición con lo que señala el atestado".

"El impacto fue tan brutal dada la velocidad del coche que mi hijo voló por los aires a mas de dieciocho metros de altura, sobrepasando la luz de las farolas que estaban ubicadas en dicha carretera", explicó.

No obstante, señaló, "tal como se realizó y redactó el atestado del accidente, no se dio ninguna importancia a la velocidad que iba el coche, destacando, únicamente, que Enaitz iba sin chaleco reflectante y casco". Añadió a esto que "al conductor se le realizó el control de alcoholemia una hora y media después del accidente, e incluso entonces dio una tasa de 0,15 miligramos por litro de aire espirado".

Posteriormente Delgado presentó una demanda contra la familia, en la que solicitaba el pago de los desperfectos de producidos en su coche por el atropello (valorados en 14.000 Euros) y además reclamó otros 6.000 euros por el tiempo en que tuvo que utilizar otro coche sustituto para trabajar. El día de la vista oral, el pasado 30 de enero, en el Juzgado de Haro, Delgado retiró la demanda civil, por lo que el juicio no se celebró.