Hospitalidad, generosidad y humildad son algunos de los valores que han hecho merecedora de este reconocimiento sorpresa
LOGROÑO, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La llegada de los peregrinos a Logroño por el Camino Viejo de Viana no sería lo mismo sin la hospitalidad que durante décadas les han ofrecido Felisa Rodríguez y ahora su hija, María Mediavilla.
Aunque María no sabe idiomas ni tiene conocimientos de enfermería, ello no ha sido un inconveniente para seguir, a sus 81 años, recibiendo con cariño a los peregrinos, "ayudándoles en lo que se puede" y sellándoles su credencial. Su dedicación y constancia son recordados por miles de peregrinos que le envían fotos y postales desde todos los rincones del mundo.
Esta historia de generosidad y voluntariado tiene su origen en la petición que Jesús Martínez, sacerdote de la Parroquia de San Antonio hizo a Felisa cuando tenía más de 70 años. Se trataba de "contar" los peregrinos que llegaban a Logroño procedentes de Viana.
"Ella no sabía leer ni escribir, así que hacía una raya por cada peregrino o ponía una piedra en una cesta, que yo luego contaba", relata María emocionada. Al fallecer su madre, ella que ya estaba más que familiarizada con la labor, tomó el testigo no solo de hacer el "conteo" que les habían encomendado, sino de acoger con cariño al peregrino y ofrecerle con humildad lo que tenían a su alcance.
"Yo no les pido nada, algunos me dan la voluntad como es costumbre en el Camino, pero si no llevan dinero, igualmente les pongo café y los trato con el mismo cariño".
Pablo Villegas ha encabezado esta nueva serenata en la que han participado cerca de medio centenar de músicos, entre ellos Irina Kasamiskaya y el Grupo Los Juglares, así como ciudadanos, familiares y amigos que se han querido sumar a este homenaje.
"Este es un homenaje para ti, para tu madre y toda vuestra familia, que habéis acogido a tantos miles de personas y habéis compartido de todo corazón con ellos, dándonos una lección de hospitalidad, generosidad y humildad" le ha transmitido en nombre de todos los presentes Pablo Villegas.
