PAMPLONA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, se reunirá mañana jueves con la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, para tratar diversos proyectos de infraestructuras viarias de interés para la Comunidad Foral y del Tren de Alta Velocidad. En la reunión que comenzará a las 18:30 horas en la sede de Nuevos Ministerios, en Madrid, Sanz espera lograr un compromiso para el desarrollo de la conexión de la Autovía del Camino con Logroño.
El objetivo de Sanz es que la ministra autorice que el Gobierno foral pueda ejecutar el corredor navarro del TAV, obra de titularidad estatal, financiando las obras mediante una reducción de las cuantías que Navarra entrega al Estado a través del convenio económico. Esta fórmula ya se aplica en la construcción de un ramal de la 'y vasca', tras un acuerdo entre PSOE y PNV.
El gabinete del ministro de Economía y Hacienda anunció que el sistema era válido también para Navarra. Al no llegar la carta en la que se confirmaba oficialmente esta posibilidad, se suspendió la cita que el 14 de marzo iban a mantener la ministra de Fomento y Miguel Sanz.
El Ministerio, según la propuesta de Sanz, se encargará del seguimiento técnico de las obras del TAV. El Gobierno de Navarra estima que, mediante este sistema, este tren podrá llegar a Pamplona en 2010, tras unas inversiones de 1.400 euros, y espera que en 2012 el corredor navarro conecte con la 'y vasca'.
Además, Sanz aspira a suscribir con la ministra un pacto que especifique el desarrollo de otras infraestructuras, como la vía Medinaceli-Tudela, autovía Pamplona-Jaca-Huesca, conexión de la Autovía del Camino con Logroño o vía de gran capacidad con Francia. También lleva en la cartera la gestión del aeropuerto.
TALANTE
El presidente navarro adelantó hoy, al término de un acto público, que acude al encuentro "con el mejor de los talantes" y señaló que defenderá "los intereses de Navarra", comunidad que, "indudablemente, no ha sido muy buen tratada desde los Presupuestos Generales del Estado". Aseguró que si la reunión es positiva, no le dolerán prendas en reconocer que sale satisfecho, aunque se trate de un Gobierno que ideológicamente no se identifica con el suyo.
