No responder a sus nombres, mirada ausente y no querer que les cojan en brazos pueden ser síntomas de autismo en niños

EP
Actualizado: miércoles, 14 julio 2010 16:19

LOGROÑO, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

Aunque no hay una sintomatología clara, se puede saber si un niño pequeño padece autismo si "no responde a su nombre, si tiene la mirada ausente, o no estira los brazos para que se le coja en brazos".

Así lo ha anunciado la presidenta de la Asociación Riojana para el Autismo (ARPA), María del Valle, acompañada por la directora general de Aseguramiento, Acreditación y Prestaciones, Carmen Sáenz Pastor, y el consejero de Salud, José Ignacio Nieto, con quienes ha firmado un convenio para el sostenimiento y desarrollo de esta asociación durante este año.

Este convenio financiará con 12.000 euros diversos programas de Intervención Terapéutica Especializada para niños y jóvenes en edades comprendidas entre 6 y 21 años con trastorno de espectro autista TEA y sus familias, durante el año 2010.

Entre sus objetivos fundamentales, está el de identificar a niños con riesgo de autismo, tan pronto como sea posible, e iniciar las actuaciones oportunas encaminadas hacia un pronóstico favorable. Así como cubrir las necesidades de intervención especializada que presentan los niños y los jóvenes diagnosticados de trastorno de espectro autista (TEA) y sus familias.

Las principales actividades que va a desarrollar la asociación son elaborar un plan de intervención atendiendo a las características individuales de cada paciente e intervenir de forma terapéutica en programas de modificación de conductas disruptivas, programas de comunicación alternativos y habilidades sociales, y programas de estimulación cognitiva.

Además, se garantizará la atención a la familia, ofreciendo apoyo individual y formación Mediante estos programas, la asociación busca entrenar y reforzar las conductas adaptativas y de integración, potenciar su autonomía personal, así como mejorar sus habilidades comunicativas, bien a través del lenguaje, los gestos o las imágenes.

También se pretende mejorar el comportamiento en el domicilio para prevenir el estrés familiar y la institucionalización prematura de los jóvenes en los centros.

En la actualidad, se estima que hay 59 personas con autismo que reciben tratamiento, de las que 36 tienen entre 6 y 21 años y se incluyen en el Programa de intervención terapéutica especializada para niños y jóvenes con TEA y para sus familias.