LOGROÑO, 7 Nov. (EUROPA PRESS) - El profesor del IE Bussiness School, Gildo Seisdedos, clausuró hoy el III Foro Internacional de Urbanismo 'Territorios 21' destacando la relevancia de este congreso y del debate sobre las ecociudades ante la urgencia de adoptar medidas para frenar los efectos del cambio climático, sobre todo teniendo en cuenta que el 40 por ciento de las emisiones de C02 tienen su origen en los núcleos urbanos.
Seisdedos insistió en que los actuales modelos de ciudades tienen un problema en términos de sostenibilidad y frente a la actual dinámica surge un nuevo urbanismo, el de la ecociudad, que muestra dos realidades. La primera de ellas es su carácter de ideal urbano como ciudad sensible a la naturaleza que reutiliza los residuos generados y da respuesta a la crisis del sector inmobiliario y a los cambios del sistema productivo. La segunda realidad es que la palabra ecociudad se ha convertido en una etiqueta para proyectos concretos, algunos de los cuales se han analizado en este foro, y que están suponiendo importantes avances en cuanto a eficiencia energética y medioambiental.
A su juicio, el III Foro Internacional de Urbanismo 'Territorios 21' deja abierto el debate sobre la similitud de algunos proyectos de ecociudades, la apuesta de estos nuevos desarrollos por modelos de alta intensidad o ciudades más compactas y la polémica que siempre acompaña a este tipo de iniciativas por su carácter innovador.
Este experto ha destacado, además, el elevado número de asistentes, en torno a 400 personas, así como el gran nivel de las ponencias y del debate encabezado por algunos de los expertos más importantes del panorama nacional e internacional.
Entre las principales conclusiones del III Foro Internacional de Urbanismo 'Territorios 21' figura, que "el desarrollo sostenible no es una moda sino una necesidad", así como que el "urbanismo de las grandes infraestructuras del siglo XX debe dejar paso a un nuevo urbanismo basado en el respeto medioambiental y en el que las grandes transformaciones urbanas deben estar basadas en la sostenibilidad, ser eficientes energéticamente y apostar por las energías renovables".
También que "es necesario un cambio en la concepción del urbanismo que de lugar a ciudades más sostenibles siguiendo un modelo que debe basarse en el reconocimiento de la existencia de límites reales al uso de los recursos naturales".
Se concluyó que "es necesario un modelo de desarrollo urbanístico equilibrado, planificado y con auténtica vocación de futuro", además de que "entre los nuevos retos del urbanismo sostenible, las ecociudades empiezan a emerger como punta de lanza de un modelo de desarrollo respetuoso con la naturaleza".
Se abogó por "reinventar el urbanismo y hacer protagonista a la naturaleza, convirtiendo el medio natural en soporte del modelo urbano", y que "los desarrollos urbanos deben causar el menor impacto ambiental posible"
Los espacios públicos "juegan un papel fundamental en los nuevos desarrollos y las ciudades deben adaptarse a la naturaleza, a las singularidades del terreno, y aprovechar sus potencialidades", y que los nuevos desarrollos urbanos "deben dar lugar a ciudades compactas, densas y viables medioambientalmente en las que convivan los espacios verdes, las nuevas tecnologías y las energías alternativas".
También que "es necesaria una reflexión social sobre el modelo de ciudad para hacer frente a los nuevos problemas derivados fundamentalmente de los efectos del cambio climático y de la crisis energética", así como que "no hay un único modelo de ciudad ecológica y sostenible sino diversidad de soluciones"
El hecho de que "las ciudades deben dar solución a los problemas de movilidad de sus ciudadanos apostando por transportes sostenibles en términos energéticos", y que la administración "debe liderar el nuevo modelo de desarrollo sostenible", fueron las otras conclusiones.
