MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los 325 alumnos del colegio público Palacio Valdés, situado en el céntrico paseo del Prado, tardaron hoy una hora y 6 minutos en llegar al nuevo centro Arroyofresno, ubicado en el distrito de Fuencarral-El Pardo, y al que tendrán que acudir al menos durante ocho meses, hasta que finalicen las obras de remodelación de su colegio.
Según indicó a Europa Press el presidente de la FAPA Giner de los Ríos, José Luis Pazos, los niños han tardado cerca de 25 minutos más de lo previsto por la Consejería de Educación, que calculó que el trayecto duraría cerca de 40 minutos. "No ha sido un traslado con excesiva complicación en cuanto a incidentes de tráfico, era un atasco normal, pero hay muchos semáforos y es una ruta salvaje para niños tan pequeños", apuntó Pazos.
Pazos señaló además que muchos de los niños que salieron de su casa a las 08.00 horas han llegado sobre las 16.00 horas a su casa sin haber comido. "Aunque los servicios de comedor han funcionado, no todos los alumnos se han quedado a comer porque aun estamos esperando a que la Comunidad nos diga si nos paga la beca de comedor o no", apostilló.
Según la FAPA, las familias seguirán demandando de la Consejería de Lucía Figar que asuma los costes del comedor escolar durante el tiempo que dure el traslado.
Además, también esperan que el compromiso que adquirió la Consejería con el profesorado del centro, en el sentido de dotar al centro de un auxiliar de infantil para atender las incontinencias de los escolares y que no se quede en una promesa no realizada.
DE VUELTA A SUS CASAS
La asociación de padres de alumnos del colegio público Palacio Valdés y las familias del centro educativo que han mantenido un encierro durante las últimas dos semanas decidieron anoche volver a sus casas después de llegar a un acuerdo con el concejal presidente de la Junta Municipal del distrito de Centro, José Enrique Núñez.
Según señaló la FAPA Giner de los Ríos, Núñez aseguró ayer a las familias que el edificio del colegio seguirá siendo su centro educativo y podrán volver al mismo tan pronto como finalicen las obras que se deben efectuar. Además, garantizó que "se hará todo lo posible para adelantar su acabado e intentar que comiencen el próximo curso escolar en el centro ya remodelado".
También se comprometió a facilitar locales en la antigua sede de la Junta Municipal, situada en la Plaza Mayor, para que se pueda realizar el proceso de escolarización que ahora comienza y así garantizar la continuidad del centro educativo, a destinar los efectivos de movilidad urbana que sean necesarios mientras dure el traslado y a completar el estudio que ya se ha iniciado para conseguir una ruta alternativa más rápida que la planteada desde la Consejería.
Asimismo, afirmó que seguirá demandando a Educación que conceda la gratuidad del servicio de comedor para todo el alumnado del centro mientras duren las obras, ya que el traslado es forzoso y los niños y niñas no pueden estar tantas horas sin comer adecuadamente.
Pero a cambio de estas condiciones, el concejal solicitó a las familias que abandonaran el encierro para poder comenzar con las obras, petición a la que los padres accedieron.
