(Ampl)La Comunidad anuncia que el Colegio Catalán de Madrid estará en el actual Instituto San Mateo, en Centro

Actualizado: miércoles, 12 marzo 2008 15:21

Los padres podrán inscribir a sus hijos desde el 26 de marzo hasta el 15 de abril MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Instituto de Secundaria San Mateo, situado en la calle Beneficencia, en el distrito Centro, podrá ser reconvertido en el Colegio Público Catalán de Madrid, si hay "suficientes peticiones", es decir, al menos 10 alumnos por clase, según aseguró hoy la consejera regional de Educación, Lucía Figar.

Asimismo, Figar explicó que se abrirá el plazo de inscripción el próximo 26 de marzo y se recogerán peticiones hasta el 15 de abril, con una oferta para Educación Infantil de 3 a 6 años y para Primaria de Primero a Sexto.

Tal y como anunció en plena campaña electoral la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el primer Colegio Público Catalán de Madrid se llamará 'Presidente Tarradellas'.

La responsable de Educación señaló hoy que cuando Aguirre anunció su intención de crear un colegio publico catalán en la Comunidad, su Consejería hizo "un repaso" a la situación y estimó que, para dar posibilidades a los padres que el próximo curso quieran tener escolarizados a sus hijos con este tipo de enseñanza, "lo más conveniente" era ver qué centro público, con buenas instalaciones "pudiera estar disponible en un corto plazo de meses"

Así, según la consejera, el I.E.S. San Mateo tiene una capacidad para 650 alumnos pero "hoy en día" sólo estudian alrededor de 60 y para el año que viene sólo hay una petición de reserva de plaza para 1º de la ESO. "Es un centro que ha ido perdiendo alumnos de manera inexorable y no habría problemas para abrir el centro porque en la zona hay más de 200 vacantes en otros institutos para reinstalar a los alumnos", apuntó Figar.

Además, explicó que sólo se abrirá el centro si se recibe un número "decente" de peticiones. Esto es, un mínimo de 10 alumnos por unidad. Sin embargo, la consejera aseguró que este ratio no está cerrado y que podrán estudiar casos en los que haya un número inferior a una decena de niños por la clase. "Todo será cuestión de estudiarlo", apostilló.

El plazo de inscripción, como el de cualquier colegio público, comenzará el próximo 26 de marzo, y los padres tendrán hasta el 15 de abril para presentar peticiones. La zona del colegio será única, es decir, valorarán toda la Comunidad de Madrid en su conjunto, y podrán pedir plaza alumnos que vivan tanto fuera como dentro de la capital, a diferencia de lo que ocurre con el resto de centros con fondos públicos, donde la matriculación va por zonas.

En este sentido, la consejera señaló que han elegido la ubicación de Madrid capital para que sea un sitio con "buenas comunicaciones y tuviesen acceso las distintas familias que quieran este tipo de enseñanza". En concreto, este centro está muy próximo a varias líneas de autobuses y de Metro (como la 1 y la 10 que pasa por Tribunal o la 5 y la 4 que pasan por Alonso Martínez, dos paradas cercanas).

En cuanto al currículo de los cursos, la consejera explicó que será el mismo que el del resto de los alumnos pero "la lengua vehicular será el catalán".

Los maestros que impartan estas materias tendrán que presentar su acreditación de conocimiento de la lengua catalana, y serán elegidos de la plantilla de más de 60.000 profesores que cuenta la Comunidad de Madrid.

En este sentido, Figar aseguró que no cree que haya problemas para encontrar profesores de habla catalana en la región. No obstante, no descartó los acuerdos con la Generalitat de Cataluña, que ya ha mandado una carta a Madrid "ofreciendo cualquier tipo de colaboración".

REFORMAS EN EL CENTRO

La consejera indicó que durante esta semana empezarán a analizar qué adaptaciones se deberán hacer si finalmente se abre el colegio público catalán. "Tendremos que hacer habilitaciones, adaptaciones y reformas, sobre todo, en las clases dirigidas al segundo ciclo de infantil, porque las aulas de primaria se asemejan más a las que pueden tener unos alumnos de secundaria", explicó.

Además, comenzarán a trabajar con los cerca de 15 profesores que tendrán que abandonar el instituto para dejar paso al nuevo centro. Figar indicó que se les va a ofrecer distintas plazas para que elijan condiciones similares a las que tienen actualmente, y que se reunirán "individualmente" con cada uno para estudiar caso por caso.

Lo mismo ocurrirá con los cerca de 60 alumnos que están estudiando ahora en el San Mateo. La consejera señaló que se les está informando esta semana del proyecto y aseguró que no tendrán problema para seguir estudiando en centros de la misma zona.

En el caso de que finalmente no haya suficientes peticiones y no se pudiera abrir el colegio público catalán, el instituto seguiría teniendo un uso educativo, pero se dejaría de impartir clases en él. "No es aconsejable que se siga trabajando con tan pocos alumnos porque en esta etapa, lo mejor es tener un grupo bueno para poder hacer actividades, coger optativas, formación profesional, entre otras cosas", apuntó.

LABOR DE COMUNICACIÓN

Durante estas semanas, la Consejería llevará a cabo un proceso de comunicación con las familias madrileñas a través de los centros educativos para que conozcan la oferta que van a tener a su disposición.

De momento, aunque se desconoce el número de niños que pudieran estar interesados, Figar subrayó que ya han recibido "bastantes llamadas" para recibir información sobre el posible colegio.

Según la consejera, el hecho de que en la Comunidad de Madrid haya entre 80.000 y 100.000 familias catalanas es lo que les ha llevado a pensar que pudiese haber padres interesados en escolarizar a sus hijos en un colegio con estas características.

Por eso, ante la posibilidad de que esta iniciativa sirva como ejemplo para otras lenguas como el euskera o gallego, Figar no lo descartó pero aseguró que su "impresión" es que no hay tanta demanda en Madrid y que no será necesario.