Caja Madrid empieza a hacer pruebas de las lamas basculantes del obelisco para ponerlo a punto antes de su inauguración

Actualizado: sábado, 12 septiembre 2009 12:39

MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Caja Madrid ha comenzado a hacer pruebas con las lamas basculantes que conforman el fuste del nuevo obelisco, diseñado por Santiago Calatrava, que ocupa ya el centro de la plaza de Castilla con el objetivo de ponerlo a punto de cara a su inauguración, que aún no tiene una fecha cerrada pese a que estaba prevista para finales de agosto.

Según explicaron fuentes de la Fundación a Europa Press, el obelisco "ya está prácticamente terminado", con todas las lamas colocadas, "aunque falta por rematar la base". Por eso, los operarios trabajan ya afinando la basculación para que dé la sensación perfecta de un giro sin fin.

El monumento tiene una altura de 92 metros, divididos en siete partes para conformar un mástil vertical con un núcleo cilíndrico de dos metros de diámetro, construido con acero de espesores variables desde 80 milímetros en la base hasta 25 milímetros en la coronación.

En este fuste irán posteriormente ancladas, en la parte exterior, las lamas o costillas basculares de bronce brillante dorando, de unos 7,70 metros cada uno, mientras que en el interior del fuste se situarán los mecanismos de accionamiento, así como una escalera interior que conducirá hasta la cúspide.

Toda la superficie del obelisco estará dotada de un suave movimiento de basculación que se transmite a través de la vinculación existente en los extremos de las costillas, dando lugar a un aparente movimiento de ascensión de una onda a lo largo del fuste. La solución mecánica finalmente prevista permitirá diferentes movimientos y ritmos según el viento del momento (resiste vientos de hasta 160 kilómetros por hora pero la estructura hidráulica de la columna deja trabajar con vientos de 45 kilómetros por hora).

Así, dará la sensación de un tornillo sin fin que sube hasta arriba en forma de espiral. El Obelisco incorporará, además, instalaciones eléctricas, de alumbrado, de motorización y de balizamiento, y visualmente contará con otro aliciente añadido, ya que cuatro cañones de luz tangenciales a la estructura del monumento y un cañón de 1.000 vatios en la parte superior iluminarán verticalmente el cielo sin generar contaminación visual.

El conjunto irá colocado sobre una base con tres patas que también estarán cubiertas para que dé la sensación de que el monumento se está sosteniendo en el aire.

CINCO AÑOS DE ESPERA

El acuerdo para este proyecto se firmó en 2004, pero su construcción ha tardado en ponerse en marcha porque han sido necesarias obras previas para desviar la ventilación del túnel que pasa por debajo de Plaza de Castilla dirección Cuzco y para desmantelar la fuente que estaba ubicada antes en la glorieta.

La nueva glorieta no ha invadido los carriles de circulación ya existentes porque, de hecho, ha disminuido, pasando de un diámetro de 80 metros a otro de 60 metros. El monumento en sí se ha tenido que trasladar unos metros del centro de la plaza para poder conjugarlo con el resto de edificios que conforman este punto.

El director de la Fundación Caja Madrid, Rafael Spottorno, explicó en su momento que el origen del proyecto se sitúa en el 300 aniversario de la creación de Monte Piedad (punto de partida de Caja Madrid) en 2002, cuando esta entidad quiso ofrecer un regalo a la ciudad de Madrid en forma de escultura en algún sitio público. Desde el principio, se barajaron varias posibilidades como el comprar una escultura y colocarla en un parque, pero finalmente se decidió que Calatrava, sin ninguna obra en la capital, diseñara este obelisco.