Cerca de 20.000 madrileños reivindican en la Plaza Mayor "un trabajo decente" como antídoto de la explotación laboral

Actualizado: martes, 7 octubre 2008 22:54

Los sindicatos sostienen que la jornada laboral de 65 horas semanales supone "un retroceso histórico" y conllevará la pérdida de derechos

MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de 20.000 trabajadores, según los sindicatos, se concentraron esta tarde en la Plaza Mayor de Madrid para sumarse a la jornada mundial 'Por el trabajo decente', convocada a nivel internacional por la Confederación Internacional Sindical (CSI) y en España por CC.OO. y UGT, contra la directiva europea que prevé aumentar la jornada laboral a 65 horas semanales.

Pese a las malas condiciones climatológicas, la manifestación promovida a nivel mundial logró reunir a más de 400 organizaciones sociales madrileñas, a los líderes sindicales de CC.OO. y UGT, y a representantes de IU y PSOE. A su voz se unió el clamor de miles de trabajadores de la Comunidad de Madrid, que proclamaron consignas a favor de la dignidad de la Educación infantil, en contra de la privatización de la Sanidad pública madrileña y contra la precariedad laboral.

Los manifestantes reclamaron "un trabajo con contrato, salario digno, protección social básica, derechos sindicales y diálogo social". Aspiran a lograr la implantación generalizada de las condiciones que 'decente' implica y que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) define como "trabajo con contrato, salario digno, protección social básica, derechos sindicales y diálogo social".

Las organizaciones sindicales que convocaron este acto consideran una prioridad luchar por este derecho "en el momento en que la crisis económica y financiera internacional vuelve a poner en cuestión las bases de un sistema que ha hecho de la desregulación, de la falta de controles, de la especulación y de la avaricia un paradigma de lo que nunca debería haber sido".

El secretario general de CC.OO. de Madrid, Javier López, señaló a Europa Press que con la protesta se pretende poner punto y final a "la precariedad laboral, la explotación del trabajo infantil, la siniestralidad laboral y el hecho de que aún haya gente en el planeta que cobre dos dólares al día".

"En muchos países, la mitad de los trabajadores carecen de derechos laborales porque no hay acción sindical", lamentó López, quien criticó la explotación que sufre la población inmigrante. Además, recalcó que el Gobierno regional tiene la obligación de sentar a los empresarios y sindicatos para abordar la crisis que afronta el país a fin de amparar a los desempleados. "Los trabajadores necesitamos protección social", demandó.

"UN RETROCESO HISTÓRICO"

Por su parte, el secretario general de UGT Madrid, José Ricardo Martínez, subrayó a Europa Press que la jornada de 65 horas semanales supone "un retroceso histórico que avala posturas neoliberales" que se encuentran en el seno de la crisis económica mundial. "Se necesita un trabajo decente en un mundo donde la mitad de la población cobra menos de dos dólares diarios, donde millones de niños no acceden a la educación y donde hay doce millones de personas en situación de esclavitud", denunció.

Respecto a la situación en la región, criticó que el Gobierno regional no promueva el diálogo social entre los trabajadores madrileños. "Cuando hay crisis, las administraciones deben estar presentes. Y el Gobierno de Aguirre no está", espetó, añadiendo que "el fracaso del PP de Madrid recae sobre los trabajadores" de la región.

Asimismo, el diputado socialista José Manuel Franco recalcó a Europa Press que los madrileños no se pueden quedar con "los brazos cruzados" ante la directiva europea, puesto que trata de echar por tierra "un derecho que costó mucho sacrificio a los españoles". "Nos oponemos frontalmente a esta directiva. Sería una pérdida de derechos inasumibles", aseveró.

Asimismo, Franco exigió al Ejecutivo madrileño sumarse a la protesta y le emplazó a mantener "una jornada laboral digna" para los madrileños. "Está demostrado que en aquellos países que tienen una jornada mayor no tiene una mayor productividad", apuntó el diputado, quien consideró que implantar la directiva europea sería negativo para la economía española.