Detonaciones en la mina de Colmenar de Oreja causan grietas en las urbanizaciones cercanas, denuncian los vecinos

Interior de una mina
EP
Actualizado: miércoles, 28 julio 2010 14:57

MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las detonaciones de la explotación a cielo abierto que la empresa 'Sulquisa' lleva a cabo en la localidad de Colmenar de Oreja están causando grietas en las urbanizaciones aledañas, en las localidades de Chinchón y Villaconejos, según denuncian los vecinos de la zona.

La portavoz de la Asociación de Vecinos 'La Unión Zona Sur', Josefina Núñez, ha declarado que "cada día del mes de julio, entre las 14 y las 17 horas, los vecinos tienen que soportar explosiones de la mina, lo que provoca no sólo un ruido molesto, sino el temblor de las casas y la aparición de nuevas grietas".

Aunque el vecindario llevaba más de un año sin padecer estas molestias, "el problema no es nuevo", ha informado Núñez. La entidad ciudadana sostiene que las cargas del yacimiento 'Fátima' se producen desde hace siete años, tal y como ha denunciado en repetidas ocasiones ante la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos afectados, hasta ahora sin respuesta.

"Antes las explosiones eran muy fuertes y ahora, aunque se ha reducido el estruendo, el temblor de la tierra y las casas es mayor, parece que las hacen las cargas a más profundidad", ha indicado Núñez, que teme que se repita un verano como el de 2008.

Entonces, las detonaciones, además de provocar contaminación acústica, caídas de objetos y otros perjuicios menores en las casas, generaron "grietas en paredes, suelos y techos de habitaciones, fisuras en muros, garajes y piscinas, así como a desprendimientos de materiales (tejas, baldosas, etc.), rotura de cristales e incisiones en depósitos de agua", ha recordado la portavoz vecinal.

La asociación ha reunido decenas de declaraciones de daños y numerosas firmas con objeto de conseguir la reducción de las cargas explosivas y un mayor control de la actividad de 'Sulquisa'. Las familias damnificadas, procedentes sobretodo de las urbanizaciones de 'Los Cohonares', han sufragado hasta el momento todas las reparaciones, por lo que exigen a la empresa y a los organismos competentes una compensación por los perjuicios ocasionados y, por supuesto, "que se solucione de manera permanente algo que viene de lejos".

La propiedad de la mina "siempre ha negado que exista una relación directa entre su actividad y los daños de las casas, pero los vecinos tienen claro que su origen no puede ser otro que las voladuras cotidianas", ha dicho Núñez, que ha añadido que esto es "algo que les ha metido el miedo en el cuerpo".

Ante las reclamaciones vecinales, que tienen el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), el Ejecutivo de Esperanza Aguirre ha llevado a cabo varias mediciones acústicas de las explosiones de la mina, resolviendo que los niveles de vibraciones estaban siempre dentro de lo estipulado por la ley.

'La Unión Zona Sur' considera que 'Sulquisa', cuyos representantes asistieron a estos controles junto a miembros de la asociación, redujo las cargas que habitualmente emplea en previsión de los controles.