MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La exposición 'Goya en tiempos de guerra' que exhibe el Museo del Prado, recibió en su primera semana de apertura (de martes a domingo) 33.964 (casi 34.000) visitantes, un 46,37% del total que ha recibido el Museo entre el martes 15 y el domingo 20 de abril, informaron a Europa Press fuentes de la pinacoteca.
Por otra parte, el museo asegura que el sistema especial de accesos que ha puesto en marcha con motivo de la apertura de esta exposición "ha permitido una mejor distribución de sus visitantes en función del interés principal de su visita: colección permanente o exposición temporal".
Así, las dos nuevas taquillas de venta de entradas para la colección permanente que se han instalado en la puerta de Velázquez han permitido que un 28% de los visitantes individuales que han acudido al Prado para visitar su colección esta semana haya podido adquirir su entrada directamente en este punto de acceso evitando su paso por las taquillas generales del Museo, además de que esta misma puerta ha continuado funcionando como entrada para los visitantes con reserva anticipada tanto para la exposición 'Goya en tiempos de guerra' como para la colección general.
Las fuentes consultadas señalan también que las nuevas taquillas instaladas en la puerta de Goya Alta como acceso principal a la exposición Goya "han contribuido igualmente a una distribución más racional del flujo de accesos ya que las entradas expendidas en las mismas son válidas también para la visita a la colección permanente".
CASI 200 OBRAS.
'Goya en tiempos de guerra' está centrada en torno a los lienzos del Dos y el Tres de mayo de 1808, que acaban de ser restaurados y brillan con una luz nueva. La muestra, que se inscribe dentro de la programación que conmemora el Bicentenario de la Guerra de la Independencia, incluye casi 200 obras del artista, desde sus brillantes y conocidos retratos cortesanos hasta sus pequeñas litografías y estampas, que reflejan la oscuridad del alma humana.
El recorrido cronológico de la exposición se inicia a finales del siglo XVIII, cuando Goya comenzó una nueva etapa, de mayor independencia creativa y de avances estilísticos y conceptuales, que culminó con la serie de aguafuertes de los Caprichos, en febrero de 1799, y con la Familia de Carlos IV, en 1800, y concluirá en 1819, año en que el artista pintó su última obra pública: 'La comunión de San José de Calasanz.
Pinturas de varios géneros, dibujos y estampas, ayudan a profundizar en el conocimiento del artista en este período, en las claves de sus composiciones y en la singular formulación de sus imágenes, aclarando aspectos de su cronología poco determinados, o que revelan facetas fundamentales de su vida y de su relación con el poder, aún por estudiar y definir.
