Mariño defiende el decreto de viviendas turísticas para dar seguridad al inquilino y acabar con 'pisos pirata'

Actualizado: jueves, 9 julio 2015 3:27

MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Empleo, Turismo y Comercio de la Comunidad de Madrid, Ana Isabel Mariño, ha defendido hoy el decreto de apartamentos y viviendas turísticas aprobado hoy por el Consejo de Gobierno porque servirá para proteger los derechos de los ciudadanos, acabar con el intrusismo de los 'pisos pirata' y la competencia desleal, generar empleo y garantizar la libre competencia de la empresas "en condiciones de seguridad jurídica e igualdad".

La responsable regional de Turismo apuesta por regular este tipo de alojamientos para evitar una oferta "descontrolada" y para favorecer al sector turístico "con unos requisitos mínimos". Según ha explicado, el decreto tiene por objeto la regulación de dos modalidades de alojamientos turísticos que quedaron sin desarrollo reglamentario en 2010 al quedar derogada la normativa estatal, "una realidad que el sector turístico nos ha impuesto".

La consejera ha explicado que es uno de los sectores más afectados por las nuevas tecnologías y que se mueven por la contratación 'on line' de los viajes. "Tenemos que hacernos eco de esa realidad y sería un error no hacerlo, ya que crearía una gran inseguridad. No podemos continuar dando la espalda a esta nueva forma de viajar, bastante general en el resto del continente europeo y en EE.UU.", ha dicho.

Para Mariño, estos alojamientos son una fuente de creación de empleo ya que, según sus datos, los apartamentos jurídicos generan de media 12 puestos de trabajo y tres indirectos. Su media de ocupación actual es del 65 por ciento.

"Abrimos una nueva vía de inversión, de creación de empresas, con una base de simplificación de los trámites y que sin duda va a contribuir a reactivar la actividad económica madrileña y a la creación de empleo. La regulación de viviendas de usos turístico va en línea con las medidas de flexibilización y fomento del alquiler de vivienda que aprobó el Gobierno de la Nación el año pasado", ha esgrimido.

Ana Isabel Mariño ha recordado que esta regulación fue primeramente demandada por los hoteleros, que se acercaron a la Consejería para ello. Los técnicos comprobaron que tenían razón y por eso se pusieron manos a la obra para elaborar una normativa. "El proceso de elaboración se ha desarrollado en nueve meses. Hemos hecho una norma clara, sencilla y transparente para que todos conozcan las reglas del juego, unas normas que tienen que ser conocidas y asumidas por todas las partes: empresarios, inquilinos y administraciones", ha apuntado.

La consejera ha destacado que durante este tiempo ha habido "un gran esfuerzo de negociación y entendimiento" con el sector de los apartamentos turísticos y con el de los hoteleros, así como reuniones con una treintena de asociaciones, municipios, agentes sociales, etcétera. El texto ha contado con los parabienes del Consejo Consultivo y del Consejo de Consumo de la Comunidad

Mariño ha reconocido que el decreto ha generado "muchísimo interés", habida cuenta de la dura oposición al borrador planteada por la patronal de hoteleros madrileños, ya que su departamento ha recibido 319 alegaciones, 152 de ellas admitidas. "Esto ha hecho que el texto sea mucho más rico y va a servir para mejorar la actividad que regulamos. Eso sí, cuando tomamos decisiones, nunca se queda a gusto de todos", ha añadido.

LUCHA CONTRA EL FRAUDE Y REQUISITOS MÍNIMOS

Otro de los objetivos del decreto es la lucha contra el fraude y la competencia desleal, favoreciendo el pago de impuestos y luchando contra la economía sumergida. También para dotar a estas estancias de unos requisitos mínimos que "cumplan con la legislación turística y sanitaria, entre otras". "Damos seguridad a los usuarios y le ampliamos su capacidad de elección a sus gustos y preferencias económicas y personales", ha añadido Mariño.

Entre otros requisitos, los titulares de las viviendas turísticas tienen que presentar una declaración responsable, una prescripción de uso de empresas turísticas y sus huéspedes no pueden alegar que es su domicilio particular. La estancia mínima en este tipo de alojamientos será de cinco días, habida cuenta de que la media es de 4,9 días.

Además, los dueños deberán contar con una cédula de habitabilidad y una licencia de ocupación, así como un mínimo de salón, cocina, comedor y baño por piso, aunque también se permitirán los estudios. Deberán tener un teléfono de atención al cliente, conexión a Internet y aire acondicionado y calefacción. No podrá restringirse el acceso a personas por cuestión de raza, religión y opinión. Contarán con una señal en la puerta de la casa que avise de que se trata de una vivienda turística, entre otros requisitos.