MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
María Manuela T.V., la mujer de 52 años que nacionalidad española que ayer fue apuñalada por su marido, evoluciona favorablemente de sus heridas en el Hospital de Fuenlabrada y previsiblemente en la próximas horas recibirá el alta médica, han informado a Europa Press una portavoz del centro sanitario.
La mujer recibió tres heridas de arma blanca en la espalda, una en el abdomen y otra más en la ingle. Según señalaron fuentes de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid, ninguna de estas heridas presentaba extrema gravedad.
La Policía y el SUMMA se dirigieron al domicilio del matrimonio, situado en el número 14 de la calle Honduras, tras recibir a las 21.20 horas una llamada en la que se alertaba de una fuerte discusión en el interior de dicha vivienda.
Su marido, José Manuel G. C., de 52 años y nacionalidad española, se encontraba en el interior del domicilio, por lo que fue detenido en el lugar de los hechos acusado de ser el autor de la agresión contra su pareja.
De momento, se encuentra en calabozos de comisaría y no se le ha tomado declaración, algo que se hará previsiblemente en las próximas horas, han indicado a Europa Press fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
TESTIMONIOS DE VECINOS
En declaraciones a Europa Press Televisión, una de las vecinas de la pareja, Alkarina, ha detallado que se encontraba "en el parque con su bebé" cuando escuchó "mucho ruido y alboroto", así como "gritos desesperantes de una mujer" procedentes de la vivienda.
A los pocos minutos de la llegada de la Policía, "sacaron a un hombre esposado, sin camiseta y alborotado", ha concretado la vecina, quien ha añadido que las dos hijas de la agredida permanecieron llorando en el exterior del edificio.
Por su parte, tanto otro vecino (Aquilino) como la propia Alkarina han asegurado que no habían escuchado grandes discusiones entre la pareja previamente. "Les conozco porque somos vecinos, y para mí eran personas normales, como cualquier vecino", ha dicho el residente del piso superior, confirmando no haber oído "en absoluto" ninguna discusión anterior fuera de la normalidad de una pareja.
