El PSM denuncia que las "prisas y el autobombo" inauguran la línea 3 de metro sin las condiciones de seguridad adecuadas

Actualizado: sábado, 30 septiembre 2006 14:20

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El diputado socialista en la Asamblea de Madrid y responsable en materia de Transportes, José Quintana, aseguró hoy que las obras de remodelación y ampliación de la línea 3 de metro "han sido una tomadura de pelo, donde las prisas electoralistas, los nervios y el afán propagandístico han llevado a inaugurarlas sin que estén finalizadas, con los perjuicios que ello puede suponer para los usuarios".

A todo esto, Quintana añadió lo que él consideró como "lo más grave", y es que esta línea se abre "sin las medidas de seguridad adecuadas, sin funcionar la maquinaria que controla el conjunto de elementos de seguridad de la red, lo que conllevaría que en caso de incendio se tuviera que accionar manualmente".

"Como si de un engaño bíblico se tratara, tres veces, tres, han inaugurado la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, esta línea en los últimos tres años", dijo esta mañana en la estación de Moncloa, donde acudió para denunciar el estado en el que se reabre este trayecto.

A su juicio, "es vergonzoso que los 350.000 usuarios de esta línea tengan que soportar -después de un trienio- que tornos, portones, máquinas expendedoras, máquinas de tarjetas, escaleras, ascensores y cancelas funcionen al 50 por ciento en las once estaciones remodeladas".

SIN JUSTIFICACIÓN

Según el portavoz socialista, desde el punto de vista técnico "no existe justificación alguna para estos cierres, ya que hubiera sido más barato, con menor incidencia en superficie y en la continuidad del servicio, cerrar la línea durante el tiempo que hubiera sido necesario, seis u ocho meses, y abrirla de nuevo sin crear más inconvenientes a los usuarios".

En este sentido, manifestó que "se olvida que existía una alternativa de remodelación realizada por la Unidad de Ingeniería de Metro de Madrid en 2002 que consideraba una reforma con un coste total de 73 millones de euros, mientras que la actual ha costado más de 300 millones de euros sin que este sobre coste pueda ser justificado con sensibles mejoras para los madrileños".