MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Municipal Socialista anunció hoy que ha presentado alegaciones contra la autorización de funcionamiento, válida hasta 2020, del vertedero de cenizas de la incineradora de Valdemingómez, que "en sus ocho años de vida ha acumulado 230.000 toneladas de cenizas tóxicas en sus casi 9 hectáreas de superficie".
"Hemos presentado alegaciones contra esta licencia al Gobierno regional, a quien la empresa explotadora de la incineradora la ha solicitado", explicó el concejal socialista Pedro Santín, que justificó la medida por que "si se obtiene tal autorización, en 2020 se habrán acumulado 620.000 toneladas de cenizas, con las que podrían cubrirse 60 campos de fútbol".
Así pues, el PSOE ha solicitado que la planta se clausure en 2010, y no en 2020 como pretenden tanto la empresa como el Consistorio. "Así, el volumen final de cenizas tóxicas se reduciría a la mitad, evitándose que su concentración contaminara de forma irreversible el suelo, los acuíferos y el aire de la zona", indicó Santín.
Las alegaciones socialistas a la autorización reclaman más medidas de seguridad en el depósito, que pasa a "escasos metros de una conducción de gas", y una mejor impermeabilización del vertedero para proteger el acuífero que se encuentra bajo su planta. "Es fundamental evitar que el lixiviado procedente de las aguas pluviales se filtre a las aguas subterráneas y al río Manzanares, lo que podría ocurrir dado que el subsuelo está compuesto por terrenos arcillosos y yesíferos", argumentó el edil.
Según los informes del Grupo Socialista, "las filtraciones de la ceniza mezclada con agua pueden tener efectos muy negativos para la agricultura, la fauna de la zona e incluso las personas que consuman agua procedente de pozos, todo ello sin olvidar los pésimos olores que se producirían en una zona con una contaminación odorífera ya muy elevada".
"Hemos pedido más control de las emisiones de sustancias peligrosas como el arsénico, el plomo o las dioxinas y furanos emitidas por este depósito de cenizas, pero sospechamos que esto será inútil mientras se sigan construyendo más escombreras, ceniceros y vertederos en esta zona tan castigada de Madrid", concluyó Santín, que criticó también la "política municipal de concentración indiscriminada de vertederos e instalaciones contaminantes y malolientes en el sur de Madrid".
