El 12,7% de las tiendas inspeccionadas en 2008 no exhibía las fechas de rebajas y el 1,7%, no se encontraban dentro del límite legal
MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una treintena de inspectores técnicos municipales de Calidad y Consumo del Ayuntamiento de Madrid revisarán, hasta el próximo 21 de septiembre, unos 1.200 establecimientos comerciales de la capital para controlar que se cumple la normativa en materia de rebajas, informó hoy en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno en vicealcalde, Manuel Cobo.
La Campaña de Inspección y Control de la Actividad de Rebajas de Verano, que comenzó el pasado lunes, contará así con el mismo esfuerzo de inspecciones que el año pasado, que consolida así un incremento del 50 por ciento con respecto a las cifras de hace cuatro años.
En concreto, el objetivo de la campaña es comprobar el grado de cumplimiento de la normativa que regula esta actividad comercial, así como el mantenimiento del respeto a los derechos de los consumidores madrileños.
En ediciones anteriores de esta campaña los principales incumplimientos fueron no exhibir las fechas de las rebajas elegidas por cada comerciante en lugar visible al público, incluso cuando permanezca cerrado el establecimiento; no adecuar las fechas de rebajas al tiempo establecido legalmente --mínimo una semana y máximo dos meses, entre el 21 de junio y el 21 de septiembre; no mostrar los precios inicial y rebajado tanto en el escaparate como en el interior del establecimiento; y anunciar con carácter general rebajas cuando dicha venta afecta a menos de la mitad de los productos ofrecidos.
Además, los comerciantes deben tener en cuenta que, si la rebajas no son en todo el establecimiento, los productos han de estar debidamente separados y diferenciados unos de otros para no inducir a error o equívoco; que los artículos rebajados no estén deteriorados, que deben poseer y exhibir la licencia municipal en lugar visible al publico; disponer y anunciar las Hojas de Reclamaciones y entregarlas a los clientes cuando éstos las soliciten; exponer al público la lista de precios de los arreglos cuando se hagan, entregar ticket, factura o cualquier otro tipo de justificante de compra con todos los requisitos legales, no hacer publicidad y cláusulas engañosas o que vulneren los derechos de los consumidores; y admitir las tarjetas anunciadas sin recargo.
COLABORACIÓN DE LAS ASOCIACIONES
Como es habitual, el Ayuntamiento ha contado con la colaboración de las asociaciones de consumidores que, durante los días iniciales de las rebajas, van a instalar en los principales ejes comerciales de la ciudad puntos de información al consumidor.
En concreto, UNAE estará en la avenida Monforte de Lemos, frente a La Vaguada, el 1 de julio, a la vez que AACCU estará en la Puerta del Sol. Además, CECU se establecerá en Preciados el 2 de julio, UNCUMA, en el centro comercial Alcalá Norte, el 3 de julio; EUROCONSUMO, en Princesa con Alberto Aguilera el 7 de julio; UCE en el Alto de Extremadura el 8 de julio; ADICAE, el 10 de julio en el centro comercial Príncipe Pío; y FUCI, el 15 de julio de la plaza de Felipe II.
Dichos puntos refuerzan los servicios permanentes de la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor) y las de los 21 distritos.
BALANCE DE 2008
Una vez finalizada la Campaña, el Ayuntamiento evaluará las actuaciones realizadas con el fin de conocer la situación del sector, e iniciará los expedientes sancionadores correspondientes por las infracciones detectadas.
Según los datos municipales aportados por Cobo, el año pasado el 12,7 por ciento de los establecimientos no exhibían las fechas elegidas por el comerciante para las rebajas, y cuando lo hacían, en el 1,7 por ciento de los casos, las fechas escogidas no se adecuaban a lo estipulado en la normativa legal.
Además, en el 9,2 por ciento de los casos no se anunciaban correctamente los productos rebajados. Otro 11 por ciento de las infracciones estaban motivadas por no mostrar los precios inicial y final de los artículos rebajados en los escaparates, mientras que el 7,3 por ciento no lo hacía en los productos rebajados en el interior del local.
Los inspectores también detectaron que en el 6,3 por ciento de los casos los artículos rebajados no estaban perfectamente identificados y en el 5,1 por ciento de las inspecciones realizadas comprobaron que la publicidad o las leyendas que exhibían los establecimientos inducían a error a los consumidores.
