Tribunales.- Una banda que realizaba 'secuestros exprés' niega su participación en robos con violencia en Moratalaz

Actualizado: miércoles, 4 julio 2007 20:26

El grupo abordaba a las víctimas en sus garajes y las retenía en el maletero, mientras extraían el dinero con sus tarjetas de crédito

MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los tres miembros de una banda dedicada a realizar 'secuestros exprés' entre el 4 y el 20 de mayo de 2006 en Moratalaz negaron hoy su participación en varios robos con violencia perpetrados contra vecinos de este distrito madrileño. El 'modus operandi' consistía en asaltar a la víctima en su garaje e introducirla en el maletero, durante el tiempo en que tardaban en extraer el dinero de los cajeros automáticos con sus tarjetas de crédito.

Los acusados, dos de ellos ya condenados por hechos similares, se enfrentan cada uno a 30 años de prisión por delitos de detención ilegal, lesiones y robo con fuerza y con violencia. Además, la Fiscalía de Madrid solicita que indemnicen con 8.461 euros, conjunta y solidariamente, a dos de sus víctimas.

A pesar de negar la acusación que pesa sobre ellos, Carlos Waldemoro, José Fernando Espinosa y Juan Guillermo Velasquez, de nacionalidad colombiana, no pudieron precisar con exactitud durante su declaración el lugar donde se encontraban en las fechas en las que se produjeron los secuestros juzgados en este procedimiento, que se perpetraron en la madrugada del 4 y 10 de mayo de 2006.

"Supongo que estaría trabajando o durmiendo en mi casa", manifestó Waldemoro a preguntas de la fiscal, al igual que respondió Espinosa. Ambos acusados compartían piso en Motaralaz, mientras que a Velasquez le conocían de una discoteca que solían acudir los fines de semana.

Frente a su versión, varios miembros de la Policía Nacional que participaron en el registro del domicilio de los procesados certificaron que en sus respectivas habitaciones se intervinieron, además de una pistola, los efectos robados a las víctimas, entre ellos varios juegos de llaves y un reloj.

MODUS OPERANDI

El 'modus operandi' de la banda consistía en asaltar durante la madrugada a la víctima en el garaje donde vivía. Tras ello, le golpeaban con fuerza y le introducían en el maletero de su propio vehículo.

A continuación, el grupo, entre los que figuraba también un menor de 17 años, recorrían varios cajeros automáticos para extraer el dinero del secuestrado, regresaban al garaje y le sustraían las llaves del coche y de su vivienda. Finalmente, desvalijaban su casa.

Así lo relató una de sus víctimas, a quien el 4 de mayo varios individuos con los rostros cubiertos por unos pasamontañas le asaltaron a punta de pistola en el garaje de su domicilio de la calle Balandro. Uno de los acusados, a quien el testigo identificó en un reconocimiento como Waldemoro, le colocó en el asiento trasero y le vendó los ojos.

"Vi la cara del chico que abrió la puerta. Me apuntó con una pistola y me dijo que no le mirará", relató el hombre, quien precisó que durante el tiempo que estuvo sentado en la parte trasera recorriendo los cajeros de la zona le apretaron con "algo punzante".

Dicho esto, relató que entonces le robaron "todo lo que tenía encima" y luego le desvalijaron la casa. Tras extraerle 300 euros, los procesados sustrajeron varios efectos de su domicilio por importe de 3.851 euros.

El 10 de mayo la banda repitió su 'modus operandi' y perpetró un secuestro exprés contra otro vecino de este distrito madrileño. En esta ocasión, procesados le dieron varias patadas, que le fracturaron varias costillas, y le golpearon fuertemente con la pistola en la cabeza.

"Me dieron una paliza y me metieron en el maletero. Allí me siguieron golpeando hasta que les dí el número de las tarjetas de crédito", señaló el hombre, quien tras ser liberado tuvo que ser trasladado al hospital Gregorio Marañón por las lesiones de diversa consideración presentadas a causa del ataque.

Al igual que con su anterior víctima, los procesados se apoderaron de varios efectos del hombre, como un teléfono móvil, unas gafas graduadas y un reloj. La víctima estuvo bajo tratamiento psicológico por ansiedad.

FALTA DE PRUEBAS.

Tras concluir la sesión, la defensa de Waldemoro, el abogado Efraín Iglesias, señaló a Europa Press que "no hay prueba ninguna" que pueda implicar a su defendido, ya que no le fue intervenido "ninguno de los objetos presuntamente robados" ni se han "encontrado huellas" de su cliente en el lugar de los hechos.

El letrado defendió la inocencia de su cliente y acusó a la acusación particular, que representa a las víctimas, de estar "obsesionados" por imputar a su patrocinado.

Finalmente, recordó que su cliente resultó absuelto de su participación en otros hechos similares juzgados en una causa distinta. Por ello, sostuvo que, al igual que en aquella ocasión, Waldemoro, debería ahora quedar exonerado por la falta de pruebas.