Tribunales.- Condenado a 56 años de prisión el asesino de los dos menores y su bebé en 2004 en Madrid

Actualizado: jueves, 29 marzo 2007 21:47

MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 56 años de cárcel a David R.V. por haber asesinado a puñaladas a dos menores y a su bebé, de etnia gitana, en noviembre de 2004 en Madrid.

El tribunal absuelve al José Emilio V.G. "de los tres delitos de asesinato de los que venía siendo acusado", así como a Daniel T.A., Yolanda C.H. y Verónica C.H., acusados de un delito de encubrimiento de asesinato, ya que concurre la circunstancia de eximente completa de miedo insuperable.

Un jurado popular de la Audiencia madrileña declaró el pasado día 22 de marzo culpable por unanimidad a David R.V., al considerar acreditado que el 5 de noviembre de 2004 David R.V. acudió en coche hasta el patio del domicilio de la familia fallecida, en donde asestó a Amalio, de 17 años, tres puñaladas de "forma sorpresiva" que acabaron con su vida. Acto seguido, el condenado entró en la vivienda y asesinó a la mujer de Amalio (Ada, de 16 años) y a su bebé de nueve meses.

La sentencia considera acreditado que sobre las 23:30 horas del día 4 de noviembre de 2004 el acusado "se acercó al bar Dorita, en el que permaneció en compañía de José Emilio V.G. hasta las 2:30 horas", momento en el que ambos se dirigieron en coche al domicilio de Amalio Molina Vargas, en la calle Sánchez Preciado número 33 de Madrid.

TRES PUÑALADAS A AMALIO Y 26 A ADA

"Cuando llegaron al lugar de los hechos --añade el escrito--, David se bajó del vehículo, y portando un cuchillo, accedió al patio del domicilio de Amalio, cruzándose con él, donde, de forma sorpresiva y con la intención de acabar con su vida, le propinó tres puñaladas", una de las cuales le penetró "el pulmón izquierdo causándole la muerte".

La esposa de Amalio, Ada Flores Fernández, "al observar lo ocurrido desde la vivienda, comenzó a gritar, por lo que David accedió al interior de la misma", donde "sujetó a Ada por la muñeca izquierda, le propinó varios golpes y le asestó hasta veintiséis puñaladas". En este caso la jueza considera que "no sólo fue a causar su muerte sino también aumentar deliberadamente su sufrimiento".

Mientras tanto, el bebé dormía en el sofá de una de las habitaciones, "y ante el temor de que su llanto pudiera alertar a los vecinos, David decidió acabar con su vida, para lo cual le asestó cuatro puñaladas", dice el escrito.

SE DESHIZO DE LA ROPA

Instantes después, David y José Emilio se dirigieron al domicilio de los acusados Daniel T.A., Yolanda C.H. y Verónica C.H., donde David "se limpió y se cambió de ropa y calzado, que le fue proporcionado por estos tres últimas". Estas tres personas conocían el triple crimen que David había cometido y "se deshicieron de las ropas ensangrentadas", que lo hicieron "por miedo a que David atentara contra su vida, situación que les produjo una grave perturbación en su voluntad llegando a anularla", agrega la sentencia.

El tribunal indica que el día del triple crimen David "había consumido varias dosis de cocaína y alcohol que le disminuían levemente sus facultades intelectivas y volitivas". La sentencia destaca que "el ataque fue súbito con armas mortíferas contra quien ni lo esperaba ni tuvo ocasión de defenderse" y que "la aparición inesperada, de madrugada, del acusado en el domicilio de la familia Molina, esgrimiendo un cuchillo, impidió que las víctimas se pudieran defender".

La jueza afirma que el jurado popular basó su veredicto "en indicios plenamente acreditados por las declaraciones de los acusados, de una testigo protegida que ha mantenido que David le contó lo ocurrido la madrugada del 4 al 5 de noviembre de 2004", así como en las pruebas "periciales médicas y en los restos biológicos encontrados".

"Todas estas pruebas conducen como única conclusión lógica, a que David es el autor del triple asesinato enjuiciado, indicios no desvirtuados por otras pruebas o contraindicios", sentencia el escrito.

Finalmente, la Audiencia de Madrid también condena a David a que indemnice a los padres de Amalio y Ada con la cantidad de 300.000 euros, declarando la responsabilidad civil subsidiaria de los acusados Daniel T.A., Yolanda C.H. y Verónica C.H. La sentencia no es firme y contra ella cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.