Vecinos denuncian el atropello de cientos de sapos en la M-301 por una barrera del carril bici que impide su paso

Actualizado: sábado, 24 octubre 2009 14:08

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

Vecinos de San Martín de la Vega han denunciado esta semana el atropello de cientos de sapos en un tramo de la M-301 por una barrera instalada para proteger a los ciclistas en el carril bici que les impide pasar al otro lado de la carretera.

Con las primeras lluvias de otoño, los sapos de un lado de esta M-301, a la altura de los kilómetros 9 y 15, entre la primera glorieta y el poblado de la Maraposa, muy cerca del parque Warner, intentan cruzar al otro lado de la carretera en su época de reproducción, algo habitual todas las temporadas.

El veterinario y herpetólogo del Grupo de rehabilitación de la fauna autóctona y su hábitat (Grefa), Alberto Álvarez, explicó a Europa Press el problema de los atropellos de los anfibios lo conoce desde hace varios años. "En estos días del año se concentran todos los animales de la zona y se produce unas migraciones nocturnas por cuestiones de alimentación y reproducción. Si es una carretera con poco tráfico no hay tanto problema, en las de que soportan gran circulación siempre se producen atropellos", agregó.

Además, en este caso concreto, Álvarez denunció que el murete de hormigón, de una pulgada de alto, incorporado para la protección del carril bici, es "una barrera infranqueable para los sapos". "El hecho es que decenas de ellos consiguen pasar por el otro lado, pero al llegar al carril bici se quedan bloqueado y no pueden saltar", agregó.

Según el veterinario, la especie más afectada es la de sapo común, "que es el menos común de entre los sapos y que está muy amenazado en Madrid" y algunos sapos corredores, que además llevan sus huevos encima. De hecho, calcula que el año pasado se contabilizaron mil de estos anfibios muertos arrollados.

"Los agentes vienen denunciando este hecho al Parque del Sureste, en que se circunscribe la zona, aunque la competencia es de la Dirección General de Carreteras de la Comunidad de Madrid. Establecimos contactos con ellos pero sin que se hayan visto soluciones para poder evitar que hasta diciembre al menos mil sapos mal mueran en la carretera", agregó.

Mientras tanto, naturalistas y agentes forestales han estudiado dos posibles soluciones para evitar esta situación. La primera consistiría en cambiar la barrera del carril bici por otra que permita el paso de los anfibios. Y la segunda en construir un túnel ecológico por debajo de la carretera para que los sapos, pero también otros animales como erizos, lagartos, ratones y topillos puedan cruzar el asfalto y evitar así el conocido como 'efecto barrera', que separa las poblaciones de una misma especie, perjudicando sus condiciones, su reproducción y su carga genética.

Una de las vecinas de San Martín de la Vega y colaboradora de Grefa, Elena, se pasó la lluviosa noche de este martes, recogiendo con un cubo más de cien sapos, transportándolos al otro lado de la carretera y evitando así que fueran atropellados. "Esto implica mucho riesgo pero fui con mi hija. Pero intentó salvar todos los sapos que pude, ya que me da pena verlos vagar por la calzada encaminados a una muerte segura", relató a Europa Press.

Por su parte, una experta en protección natural de la zona también pidió una solución para estos animales y sugirió que se aproveche una zona de canalizaciones para que, una vez limpiadas, puedan servir de salvoconductor.

Por su parte, fuentes de la Consejería de Transportes explicaron a Europa Press que la pequeña barrera instalada en el carril bici se incorpora habitualmente para proteger a los ciclistas que la utilicen y que no le han llegado quejas sobre la mortandad de sapos en la zona apuntada.