Actualizado 29/09/2009 13:17

Economía/Motor.- La comisaria de Competencia insiste en que no dará "carta blanca" a las ayudas de Alemania a Opel

Kroes espera adoptar una decisión sobre el caso "lo antes posible"

BRUSELAS, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, insistió hoy en que no dará "carta blanca" a las ayudas que Alemania tiene previsto conceder para la reestructuración de Opel tras su compra por la empresa canadiense Magna, sino que garantizará que los subsidios estén supeditados a requisitos "comerciales" y no a "criterios políticos".

Kroes anunció que quiere tomar una decisión sobre la legalidad de las subvenciones alemanas "lo antes posible", aunque dejó claro que ello dependerá de que Berlín le envíe rápidamente todos los "hechos y cifras" sobre el caso.

"Me doy cuenta de que aquellos cuyos puestos de trabajo están en juego, no sólo en Opel sino también en las empresas proveedoras, apreciarían una decisión rápida y clara", dijo durante una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.

La comisaria de Competencia confirmó que ha recibido la carta remitida por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, en la que éste expresa su preocupación por el proceso de venta de Opel a Magna. "Tenemos cartas de otros Estados miembros sobre el mismo tema. Pero aunque sólo fuera el Gobierno español el que hubiera escrito, sería suficiente para tenerlo en cuenta", dijo Kroes.

España, Reino Unido y Bélgica se han quejado de que el plan de reestructuración de Magna no es el mejor para Opel y han criticado que Alemania, que tiene previsto conceder una ayuda de 4.500 millones de euros a la compañía, está adoptando una actitud proteccionista para garantizar los puestos de trabajo en su territorio en detrimento de otros Estados miembros.

"No habrá carta blanca" a las ayudas alemanas a Opel, resaltó la responsable de Competencia. Aseguró que el Ejecutivo comunitario garantizará la "igualdad de trato" y buscará "minimizar los impactos negativos de las ayudas". Y se asegurará de que "no se tengan en cuenta criterios políticos, ni temas geográficos o de otro tipo que no estén conectados con criterios de competitividad".

Kroes admitió que están en juego puestos de trabajo, pero resaltó que no se trata sólo de "empleos en un único Estado miembro". "Es un desafío europeo encontrar que al final haya una industria viable con futuro. No acepto un enfoque a corto plazo que garantice el empleo durante un corto espacio de tiempo", insistió.